Es cierto aquello de que "los inicios son duros", pero que se lo digan a Luís Maximiano. El ex guardameta del Granada CF firmó el pasado mercado de fichajes de verano con la Lazio, equipo que se quedó sin porteros tras la marcha del experimentado Pepe Reina y el albanés Strakosha, curiosamente compañero del internacional español David Raya en el Brentford londinense.
'Maxi' dejó en caja unos diez millones de euros que han sido utilizados por el club para reforzar su plantilla en un año que se está antojando muy complejo en Segunda.
A su salida se unió la de baluartes como Domingos Duarte, Luis Milla, Luis Suárez, Darwin Machís, y un largo etcétera, todos en busca de un futuro mejor tras una desastrosa campaña que se consumó con el descenso en la última jornada ante el RCD Espanyol en Los Cármenes.
El caso más curioso es el de Maximiano. El guardameta portugués, quien se marchó para poder tener oportunidades de disputar el Mundial de Qatar. Maximiano fue expulsado a los cinco minutos de su debut en la liga italiana con el cuadro 'biancocelesti' y desde ahí no ha vuelto a jugar.
Luís Maximiano se estrenó el pasado 14 de agosto con la Lazio en partido oficial en la Serie A y su debut no pudo ser más dantesco. El guardameta luso fue expulsado tras blocar el balón fuera del área. El colegiado consultó el VAR y lo expulsó con roja directa.
Ivan Provedel, suplente de Maximiano, tuvo que ocupar su lugar bajo palos tras sustituir al mediocentro croata Toma Basic, que solo disputó cinco minutos del duelo ante el Bologna.
De hecho, el meta italiano realizó también su debut con la elástica 'biancocelesti'. El arquero de 27 años aterrizó este verano a la capital transalpina para hacerle competencia al portero portugués.
El Olímpico de Roma recibía en casa al conjunto que dirige el italiano Maurizio Sarri. Se esperaba cualquier cosa menos lo que pasó en el minuto cinco al quedarse con uno menos. No podía empezar peor el partido para los romanos.
El Bolonia cogió las riendas del partido haciendo valer su superioridad numérica y, de nuevo, se encontró con otro regalo de los 'laziali'. En el minuto 40, un mal despeje del defensa italiano Alessio Romagnoli dejó el balón dividido dentro del área por el que su compañero Adam Marusic cometió penalti. El austríaco Marko Arnautovic no falló.
Los visitantes mandaban en el juego y en el marcador. Todo a favor para un Bolonia que podía volverse con un botín de tres puntos en la primera jornada lejos de casa. Pero en el ocaso del primer acto, una entrada a destiempo del francés Adama Soumaoro supuso su segunda amonestación e igualó los números.