El regalo más especial que Míchel se llevó del Barcelona-Girona

El técnico del conjunto gerundense demostró por qué es uno de los entrenadores de moda en este ejercicio liguero. Ganó al Espanyol la semana pasada y ahora ha tuteado al líder en su campo. Y encima, se llevó la camiseta del jugador que más valora

El regalo más especial que Míchel se llevó del Barcelona-Girona
Míchel se fue con la camiseta de Busquets como recuerdo de este valioso empate del Camp Nou. - UES
Alberto GálvezAlberto Gálvez 4 min lectura

Miguel Ángel Sánchez Muñoz, conocido futbolísticamente como Míchel, es uno de los técnicos de moda en Primera División. Y esta noche en el Camp Nou ha demostrado el porqué. Tiene a su equipo a ocho puntos por encima de la zona que marca el descenso a falta de diez jornadas. Y, además, es capaz de tutear al líder en su campo.

Solo se equivocó en una cosa. Y como buen entrenador lo reconoció tras el partido. Antes de que comenzara el encuentro confesó que había preparado el partido para buscar goles porque veía incapaz a su equipo de mantener la portería a cero ante este Barcelona. Sobre todo, porque ellos no lo habían hecho en toda la presente temporada. Pues su equipo lo consiguió y de qué manera. Estuvo providencial su portero Gazzaniga y formidables todos sus jugadores en facetas defensivas. Trabajaron todos como así lo pide el míster: "Siempre les exijo presencia arriba y capacidad de repliegue sin balón. Sé que es difícil pero es nuestro estilo, ser valientes".

Y como recompensa, no solo se llevó un valioso punto del feudo barcelonista, sino también un regalo muy especial: la camiseta de Sergio Busquets. "Se la pedí al principio porque para mí es el futbolista que con su juego hace mejor al resto de jugadores que juegan a su lado. Es el jugador que más valoro en el fútbol actual y le dije que me hacía mucha ilusión tener su camiseta".

En cuanto a su planteamiento, esta noche saltó al campo con un 1-4-1-4-1, con Oriol Romeu haciendo de enganche entre la zaga y la medular, pero pronto tuvo que meter un defensor más para soportar las embestidas azulgranas por ambos carriles y pasó al 1-4-5-1. Similar sí, pero igual no. Y son esos matices los que resultan determinantes contra los grandes. Supo tapar rápido a Ansu Fati y Raphinha por las bandas y con ello neutralizó a Lewandowski.

Ya en el segundo tiempo supo leer que el plan debía ser otro. Que quizás el punto no era malo y que atrincherarse atrás tampoco. Porque estos partidos son diferentes y sus pupilos adaptaron el guión de toda la semana a conseguir algo que pocos equipos han logrado en el Camp Nou, salir con su portería imbatida.

Y con estos dos maravillosos recuerdos y alguno que otro más, se ha marchado así de feliz Míchel: "No hemos tirado a puerta, pero hemos tenido tres ocasiones de peligro. El equipo ha tenido personalidad. Nos han chutado 18 veces, pero tan solo tres a puerta. Eso quiere decir que hemos sabido cerrar los espacios interiores cuando nos han hundido con la velocidad o el talento". Y si llega a entrar la ocasión de Taty Castellanos, el regalo podría haber sido mayor.