Víctor Fernández3 min lecturaLa agonía del Girona sigue alargando en LaLiga, y en este parón de selecciones llega un momento importante de reflexión la mayoría de equipos hacen un balance de como va el campeonato. A día de hoy, Europa está más cerca con el aumento de plazas europeas pero cada vez más lejos ya que el equipo de Míchel no encuentra el camino a la victoria.
Aunque el descenso no era una amenaza entre el conjunto catalán desde hace bastante tiempo, la incertidumbre ha empezado a adueñarse de Montilivi poco a poco y es que la única manera de que el equipo vuelva a su normalidad es una victoria que saque de dudas y que catapulte un poco a los catalanes hacia arriba en la clasificación. Aunque la situación hasta hace unos meses era tranquila y caer en los pestos de abajo era algo impensable, los gerundenses han logrado solo una victoria en los últimos nueve encuentros.
Que ya el Girona no es el equipo del año pasado es mas que una evidencia si embargo, el nuevo peligro acecha, el descenso, que, además de por la situación en la tabla, amenaza a los de Míchel por las mala dinámica y las sensaciones ya que no consiguen la victoria desde principios de febrero, en concreto desde el pasado día 3 del mencionado mes ante la UD Las Palmas. Ante esta situación, la clasificación no perdona y el Girona está solo a siete. Este asunto será el tema candente en estas dos semanas en la sede gerundense.
El Girona tiene la oportunidad no solo de alejarse del descenso sino de acercase a una posible plaza europea que aún no está del todo descartada. El principal problema que acecha al conjunto dirigido por Míchel es la incapacidad de pasar por encima de rivales directos. En las últimas jornadas el Girona no ha sido capaz de superar a rivales como Celta, el Getafe, el Sevilla, el Espanyol o el Valencia, todos ellos situados por debajo en la tabla cuando jugaron contra ellos.
Si lo que hasta ahora son precedentes se vuelve una tónica habitual en los siguientes encuentros el equipo catalán puede verse en serios apuros en el tramo final de liga. Cuatro de los últimos siete equipos en la tabla vuelven a ser contra rivales directos. Estos equipos son Osasuna, Alavés, Leganés y Valladolid. El Girona debe verse obligado a sacar puntos de esos encuentros para evitar un problema inesperado pero no lejano.