La dinámica del Girona no termina de ser la esperada. El conjunto albirrojo está llegando a las jornadas decisivas de la temporada con una dinámica que preocupa. Todavía el descenso está lejos, a nivel numérico no termina de ser un problema. Sin embargo el encuentro ante el Valencia se antoja muy importante porque ya está más cerca la zona roja, que la europea. Aunque el equipo supo guiar el inicio de temporada con un buen nivel que les permitía soñar con pelear por Europa League, la segunda vuelta ha dado un gran giro. En los 8 partidos disputados, tan solo se han conseguido dos victorias. Esto ha hecho que los 12 puntos de distancia frente a la caída a segunda división, se reduzcan a solo 7. Y esta semana tendrán que enfrentarse a un equipo que precisamente está saliendo de esta zona.
Buen juego después de todos los cambios
El Valencia empieza a ver la luz con Carlos Corberán en el banquillo. Después de casi toda la temporada entre los tres últimos de la clasificación, los valencianistas han salido de esa zona. Todavía están demasiado cerca, pero el feudo ‘che’ se ha convertido en un fortín donde han conseguido 4 victorias en los últimos 5 partidos. El paso definitivo para terminar de salir debe ser conseguir victorias fuera. A pesar de los cambios de entrenador y de la situación extradeportiva, Michel sabe que tendrán un duro rival, y más conociendo las ausencias de jugadores como Bryan Gil.
“Con el nuevo entrenador son capaces de llegar a zona de ataque con más frecuencia. Juegan diferente según la posición de Rioja porque puede ser una línea de 4 o de 5 en defensa, y también pasa de 4 a 5 cuando ejercen la presión”. Se trata de una difícil situación a la hora de preparar el encuentro puesto que “el entrenador cambia su estrategia en función del partido y del equipo que esté en frente”.
El conjunto albirrojo está consiguiendo al menos sumar buenas sensaciones, sin embargo, el propio Michel ha asegurado que con eso no vale. “Siempre digo que la sensación está por delante del resultado, pero la realidad es que necesitamos ganar para continuar con esa sensación de hacer las cosas mejor”. Y en esa línea, el feudo gerundense debe jugar un papel muy importante, porque por ganar en casa debe pasar cualquier mejora. En el proceso de convertir Montilivi en un fortín, Michel ha destacado varias claves de este encuentro. “Tenemos que ser muy agresivos con y sin pelota. Necesitamos también la energía de la gente, más que nunca porque necesitamos recuperar el ambiente para que los rivales estén incómodos”.