Paula Fiorella Méndez3 min lecturaLa presión que ejercen en ocasiones los grandes clubes sobre los jugadores hace que muchos de ellos acaben cansados, tanto física como emocionalmente. El paso de las temporadas provoca que también aumente el número de partidos que se disputa, haciendo que muchos futbolistas disputen hasta 60 partidos.
Este ha sido el caso de Rodri Hernández, futbolista del Manchester City que ya ha dejado claro que se encuentra totalmente al límite. Durante la gran temporada vivida el curso pasado por el conjunto de Pep Guardiola en la que han conseguido hacer triplete, el futbolista español estuvo obligado a disputar 56 encuentros junto al conjunto inglés, sumándole además los que jugó con España, es decir, un total de 62 partidos y el trabajo y esfuerzo que eso supone.
Según ha confirmado el jugador durante una rueda de prensa, él mismo ha tomado la iniciativa de hablar con el club y el entrenador para arreglar esta situación, asegurando que ha llegado un punto en el que ya “no es saludable”.
Tal y como explicó Rodri, disputar una temporada intensa es comprensible, aunque suponga un esfuerzo, sin embargo cuando suman dos o tres seguidas con el mismo ritmo, el cuerpo comienza a notarlo.
“Puede ser incluso peor para el equipo porque tu físico puede disminuir. Ya lo hemos dicho, no puede ser así".
Pese a la gran victoria obtenida, Rodri tiene claro que no quiere vivir una temporada como la anterior, a excepción del éxito deportivo en la Premier League y en la Champions League.
El mediocentro espera que el club escuche sus deseos y le resten bastantes minutos pese a que con diferencia fuera el jugador más destacado del Manchester City, posicionándolo incluso como el mejor jugador español en la actualidad y como uno de los favoritos de Guardiola.
Rodri pide descansos, y para realizarlos tiene como sustituto a Kalvin Phillips, sin embargo, esta no es una opción del todo viable para Guardiola, algo que se ha podido comprobar al ver que ha pasado más tiempo en el banquillo que en el césped.
Otro de los argumentos que sostiene el centrocampista es la edad. Tal y como resaltó en su intervención, es consciente de que hasta ahora, con 27 años, ha podido aguantar medianamente bien este ritmo insostenible, sin embargo, no quiere que ‘el chicle se siga alargando’ y llegue a los 30 o 31 de la misma forma
“Tengo que cuidar el cuerpo porque 60 partidos no es lo mejor para un jugador", defendió el futbolista.