Sergio Rico ha recuperado la sonrisa. Poco a poco va avanzando en su recuperación y va superando las evidentes secuelas de haber estado tanto tiempo en una cama de hospital, desde aquel desafortunado accidente provocado por un caballo desbocado en El Rocío. El canterano del Sevilla FC y jugador del PSG está pendiente de una nueva prueba definitiva a la que someterá la próxima semana, pero asegura que desde el momento en el que salió del coma sólo piensa en volver a la portería del conjunto parisino y volver a sentirse futbolista. En este sentido, explica cuál fue la primera pregunta que le hizo a los doctores e incluso se atreve a poner fecha para su ansiado regreso a los terrenos de juego, aun abrumado por las innumerables muestras de apoyo que ha recibido en estos meses tan complicados para todos sus seres queridos.
"Bien, la verdad es que me encuentro bastante bien. Aún no tengo el alta médica, pero los doctores me autorizaron a volver a casa para iniciar la primera parte de la recuperación y la verdad es que estoy muy feliz de estar en casa con Alba, con la familia, con los amigos... Estoy muy contento", explicaba un sonriente Sergio Rico en una entrevista para los medios del PSG, ataviado de nuevo con la ropa de entrenamiento del conjunto francés desde el jardín de su casa, deseando oler a césped recién cortado y con la idea fija de darlo todo para abordar el paso definitivo que le permita dejar atrás por fin ese accidente que le tuvo mucho tiempo en coma y temiendo por su vida.
"Tengo ganas de volver a París, volver con mis compañeros y estar todos juntos en cuanto tenga el alta médica del hospital al completo. Mi idea es volver a París y hacer la última fase de la recuperación a tope y volver con el equipo para disfrutar de lo que más nos gusta que es el fútbol". "Toda mi vida gira alrededor del fútbol, entonces no tenía sentido pensar en otra cosa. Es a lo único a lo que me he dedicado toda mi vida. Con lo cual mi pensamiento siempre ha sido volver. Esperemos que todo sean buenas noticias y el médico que vaya dando libertad para hacer algo de deporte e ir poniéndome a tono para poder volver con el equipo que es al final lo que quiero y deseo. Mi objetivo es volver antes de que acabe la temporada", aseguraba con optimismo el portero sevillano, que no recuerda nada de lo sucedido en El Rocío.
Eran las 08:00 de la mañana del 28 mayo. Acababa de llegar a la aldea almonteña para disfrutar la popular romería después de festejar el título de la Ligue 1. A partir de ahí, sólo hay un fundido a negro hasta que, por fin, abrió los ojos en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla con una idea fija: "No recuerdo el accidente ni soy consciente del tiempo que estuve en coma inducido en el hospital. Desde que desperté, mi primer pensamiento siempre ha estado en volver al fútbol.
"Yo no tenía problemas de cabeza ni de memoria... Me acordaba de todos mis seres queridos... de todo; pero me veía monitorizado, rodeado de pantallas, con la vía en el brazo, sin poderme mover... y mi primera pregunta a los médicos fue si podría volver a jugar al fútbol. El día 22 de septiembre tengo una nueva prueba, para ver cómo va el aneurisma y esperemos que todo sean buenas noticias y el médico me dé un poco más de libertad para ir poniendo a tono mi cuerpo y volver con el PSG", explica.
Una delegación del PSG, encabezada por el presidente Nasser Al-Khelaïfi ha viajado esta semana a Sevilla para visitar a Sergio Rico e interesarse por su evolución. No faltó una delegación del gabinete de prensa para hacerle esta primera entrevista en la que además de recoger sus impresiones le dieron una tablet con imágenes de las innumerables muestras de apoyo que el portero ha recibido en su larga convalecencia. Dedicatorias de goles por parte de estrellas como Mbappé, Messi o Neymar, pancartas y cánticos en las gradas del Parque de los Príncipes e incontables mensajes por redes sociales y en medios de comunicación.
"Me emociono viendo estas imágenes, me han llegado muchos mensajes de todos y cada uno de los jugadores, de Luis Campos, del presidente, utilleros... todos los trabajadores del club me han dado apoyo, han estado conmigo, me han dedicado cada gol, han puesto camisetas con mi nombre en el vestuario... Me hace mucha ilusión, para mí es un honor y estoy muy orgulloso de formar parte de esta familia. Desde aquí agradezco a todo el que ha perdido un poco de su tiempo para mandarme ánimos", explica, con una visible sensibilidad.