Sevilla
Juventus
El Sevilla FC no faltó a la tradición que dice que cada vez que se planta en cuartos de la Europa League acaba llegando a la final... y ganándola. De momento, cumplió con la primera parte, no sin apuros, en la prórroga ante una Juventus que se adelantó en la segunda mitad por medio de Vlahovic, pero que vio cómo Suso igualaba a tiempo de forzar una fase extra en la que Lamela, otro que partía desde el banquillo, completaba una remontada que vale la séptima gran noche europea para los nervionenses. Será el miércoles 31 de mayo, a las 21:00 horas, en Budapest y ante la Roma de Mourinho, que aguantó en Leverkusen el escueto 1-0 de la ida. Un 2-1 que hace justicia al lema que han acuñado en el Ramón Sánchez-Pizjuán y que se reafirma temporada tras temporada: nadie quiere más a esta competición que su hexacampeón.
No tardaría ni dos minutos en asustar el anfitrión, gracias a una pifia innecesaria de Cuadrado en la línea de fondo que alimentó las ganas de Rakitic, aunque Bremer acudió para apagar ese fuego inaugural. Una muestra evidente de que los blanquirrojos querían llevar la iniciativa y que a los 'bianconeri', de rosa y azul en la capital hispalense, no les incomodaba pertrecharse y encomendarse al contragolpe, con balones en largo imprecisos y pérdidas constantes. De hecho, los de Allegri no se acercaron al área contraria hasta el minuto 14, aunque fue para dar el primer aviso serio de la noche: Fagioli provoca un córner a la media vuelta y Gatti, autor del empate extemporáneo en la ida, lo cabeceó con violencia abajo para que se luciera Bono. Contestó de idéntica manera Szczesny, que sacaba prácticamente de dentro un testarazo en plancha de Ocampos. Empate en todos los sentidos en el ecuador del esta fase.
Esta última acción espoleó a los nervionenses, pero también hizo despertar a la 'Vecchia Signora', que estuvo a punto de adelantarse en una transición de lujo en la que Rabiot asiste entre líneas a Di María, que tiene la derecha casi de adorno, por lo que no atinó con el exterior de la zurda, en posición muy forzada, en el mano a mano con el meta marroquí. Más cerca anduvo Acuña de batir al polaco con un zapatazo desde la frontal que terminaría en la esquina, previo paradón. El partido estaba precioso, de poder a poder, con estilos diferentes aunque de similar contundencia. De hecho, Moise Kean acarició el tanto con una acción personal en la que recibe de espaldas, se marcha bien de Badé y cruza su disparo para que lo roce con la bota Bono y el poste lo escupa. Pero no se amilanaba el conjunto sevillista, con Óliver Torres como maestro de ceremonias, primero para ponérsela a un Rakitic que se llenó de balón y, luego, para cabecear picado un centro del 'Huevo' y ponérsela a Ocampos, que llegaba sin marca desde atrás, si bien volvió a emerger Szczesny.
A cuatro del intermedio, un parón que estuvo a punto de atragantarse a los de Mendilibar. Gudelj lesionó de manera involuntaria a Fagioli, con un hombro afectado por el atropello, y Paredes lo sustituyó, adelantando su posición un Locatelli que sorprendía a la espalda de la defensa blanquirroja para servir atrás y que Rabiot fusilara a la red, aunque el '5' estaba ligeramente adelantado cuando recibió. Fuera de juego redentor para los intereses locales. Moise Kean seguía haciendo estragos con su velocidad, aprovechando el frontón atrás de los transalpinos, y Di María bajó un 'melón' en zona peligrosa para precipitarse en la entrega posterior, por lo que se recibió con agrado el descanso, después de los cinco de alargue. Eran tres, pero se revisó en el VAR una feísima entrada de Cuadrado a Óliver sobre la misma línea. Makkelie no quiso saber nada y, al parecer, pese a que las repeticiones no indicaban eso, Van Boekel y sus asesores decidieron que era fuera, por lo que, sin penalti, no se debía 'rebobinar' la jugada.
La reanudación comenzó con un guion idéntico: Rabiot probó a Bono en dos contragolpes prometedores (especialmente el segundo, tras dejada con el pecho de Kean, pero el francés la cruzó en exceso), aunque Acuña, En-Nesyri y Bryan Gil dejaron claro que el mando en plaza seguiría siendo nervionense. La Juve seguía a lo suyo, aprovechando transiciones y el balón parado, como en el cabezazo de Bremer que se fue desviado por poco al filo del cuarto de hora, cuando sorprendió no ya que entrase Suso, sino que supliese a Óliver Torres. Allegri no se quedó atrás y tiró de Vlahovic y Chiesa, exhibiendo un envidiable fondo de armario. El primer balón que tocó el serbio acabaría en el fondo de las mallas, tras burlar a su paisano Gudelj y a Badé para batir al meta nacido en Montreal con una soberbia vaselina. Un jarro de agua fría que había que digerir rápido. Y casi lo consiguen los anfitriones, aunque la melé generada en el área contraria a disparo de Bryan no tendría consecuencias.
Pero duró poco el drama en el Sánchez-Pizjuán. Ni seis minutos. Lo que tardó Acuña en robársela en el semicírculo a Chiesa, dársela a Lamela y que éste encontrase a Suso, letal con su zurdazo a la escuadra, imposible para Szczesny. El objetivo volvía a estar a la misma distancia: un solo gol. El campo, a lo 'Campeones' (AKA 'Oliver y Benji'), se inclinaba hacia el Gol Sur, con los italianos replegados descaradamente para achicar agua. Lo volvió a intentar el gaditano desde algo más lejos, esta vez de libre directo, despejando de palmas el polaco para evitar giros indeseados del destino. El encuentro llegaba a su epílogo sin que ninguno plegase velas para firmar la prórroga. Con diferente catálogo, claro, pero con cierta facilidad para plantarse en campo ajeno. Bryan Gil volvió a estrellarse con el portero juventino en un disparo raso entre un bosque de piernas, mientras Navas seguía a lo suyo. Sobre la bocina, En-Nesyri peinó un gran centro del '7', pero se lució el mejor de los foráneos, el canterano del Legia de Varsovia, para ganar tiempo. Treinta minutos, ni más ni menos.
La fase extra arrancaría con más precauciones por bando y bando. Sin dejar de intentarlo, por supuesto. Así, Vlahovic testó la colocación de Bono. En muchos más problemas le puso a renglón seguido Chiesa, que obligó al internacional marroquí a enmendar el fallo en la salida de Badé con una parada abajo en dos tiempos. Y lo siguiente fue el 2-1, merced a un gran testarazo de Lamela, insospechado ganador sin oposición en el centro de Bryan Gil. Se completaba la remontada y la final se dibujaba en el horizonte del Sevilla. Los rosados tocaron a rebato, pero su estrella serbia no conseguía repetir acierto, pese a atinar entre palos. El libreto pedía ahora pausa, saber sufrir y, sobre todo, no cometer errores. El cansancio hacía mella, si bien nadie quería bajarse antes de alcanzar la orilla. Chiesa, que seguía siendo una sombra de lo que es, la mandó a las nubes con todo a favor en el 110. El tiempo se le escurría a la Juve entre los dedos.
Con cinco más el alargue todavía, Acuña vio la segunda por perder tiempo y se perderá la gran final, obligando de paso a los suyos a redoblar esfuerzos, buscando gasolina donde ya escaseaba. Pero los de Mendilibar, que sacrificó a Suso para que Rekik ajustara la retaguardia, no iban a permitir que el marcador variase ya, con intentos vanos de Kostic y Paredes. Una fenomenal noticia en blanquirrojo a menos de tres días de un derbi en el que las rotaciones serán obligadas, aunque más de uno, seguro, protagonizará recuperaciones milagrosas. Porque el del Real Betis es otro de esos partidos que nadie, absolutamente nadie, se quiere perder. Con el pasaporte sellado hacia Budapest en el bolsillo, todo se ve con otra cara.
FICHA TÉCNICA.-
Sevilla FC: Bono; Jesús Navas ('Papu' Gómez 106'), Badé, Gudelj, Acuña; Fernando, Rakitic; Ocampos (Lamela 70'), Óliver Torres (Suso 62') (Rekik 118'), Bryan Gil (Montiel 100'); y En-Nesyri.
Juventus FC: Szczesny; Gatti, Bremer, Danilo; Cuadrado (Milik 106'), Fagioli (Paredes 41'), Locatelli (Miretti 86'), Rabiot, Iling-Junior (Kostic 86'); Di María (Chiesa 64'); y Moise Kean (Vlahovic 64').
Árbitro: Danny Makkelie (neerlandés), con su compatriota Pol van Boekel en el VAR. Expulsó por doble amarilla al nervionense Acuña (115'). Amonestó también a los locales Suso y Montiel, así como a los visitantes Moise Kean, Danilo y Miretti.
Goles: 0-1 (65') Vlahovic; 1-1 (71') Suso; 2-1 (95') Lamela.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la vuelta de las semifinales de la Europa League, disputado en un Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán hasta la bandera, con 42.194 espectadores en las gradas (1.089 de ellos, aficionados italianos).