Tercer empate consecutivo de la AS Roma y sexta jornada sin ganar en la Serie A. Los 'giallorossi' se vieron sorprendidos este lunes en el Olímpico por la Salernitana, ya salvada pero intratable (una sola derrota en trece encuentros), hasta el punto de montarse una tángana considerable tras el 2-2 definitivo, obra de Matic. José Mourinho quiso dar descanso a muchos de sus titulares tras el choque de vuelta de las semifinales de la Europa League en Leverkusen y la jugada no le salió muy bien. De hecho, tuvo que tirar en la segunda parte de Pellegrini, el propio Matic, Cristante y Abraham para revertir el 0-1 que imperaba al descanso, gracias al golazo de Candreva. El Shaarawy firmó enseguida las tablas, pero Boulaye Dia volvió a adelantar al cuadro 'granata', reclamando los locales un penalti no concedido previo a las tablas finales, que no sirven de mucho.
Y es que la Roma ni siquiera se va a beneficiar de la nueva sanción a la Juventus, que la saca de la zona noble, puesto que la Champions (personificada en el Milan, cuarto) queda a cuatro puntos, con sólo seis en disputa. Un callejón sin salida que complica el futuro de los capitalinos, ahora mismo en puesto de Conference y abocados a luchar con el Atalanta por la única plaza libre de UEL. Un premio menor para el presupuesto y la inversión otorgados al míster portugués, al que le quedaría una última bala: vencer al Sevilla FC en la final de Budapest el próximo 31 de mayo para alcanzar la máxima competición continental. Un calco de la situación nervionense, aunque los blanquirrojos escalando desde zona de descenso con José Luis Mendilibar al frente. Se jugarán ambos a cara o cruz el broche exitoso o decepcionante a la campaña 22/23.
“No ha sido una primera parte de mucha intensidad y ganas, sino de poca concentración. Quizás por tantos cambios que hice; fue culpa mía, pero mi situación no es fácil. Queda una final por jugar y hay muchos jugadores cansados, con sustituciones obligadas que ya están pactadas. No es fácil hacer esta gestión. El partido fue complicado, porque la Salernitana jugó como si fuera una final de UCL; eso no es una crítica, porque tendría que ser siempre así. El resultado no es el que queríamos, pero faltan dos jornadas y la final, que obviamente es más importante. Contra la Fiorentina será un test duro y muy serio, pero seguiré con los cambios., explicaba Mourinho tras el choque en los micrófonos de DAZN, donde repasaba el estado de los muchos tocados que arrastra la escuadra romanista, con especial atención a su estrella, Dybala, que apenas ha disputado 32 minutos en el último mes.
"Smalling jugó los 90 minutos; El Shaarawy, también, Wijnaldum no, pero sí muchos. No estoy seguro de si está lesionado o simplemente es fatiga muscular. Celik está bien; vamos a ver Spinazzola", explicaba el entrenador del rival de los hispalenses, que se mostró contrariado por su delantero más reputado, que no termina de recuperarse: "Paulo está mal. No sé cómo estará dentro de 10 días, pero no, no soy optimista", sentenció. El argentino sufrió una durísima entrada de su compatriota Palomino durante la visita a Bérgamo que le produjo un fuerte esguince en el tobillo izquierdo, fruto de un traumatismo que ha derivado luego en una sobrecarga en los isquiotibiales. Su problema es que, cuando empieza a entrenarse, nota dolor en la zona afectada, por lo que los doctores no descartan que se pierda lo que resta de campaña y que, incluso, tenga que pasar por el quirófano.