Luis de la Fuente ha hablado con los compañeros de Diario AS a poco más de dos días de enfrentarse a Francia en las semifinales de la Eurocopa, y ha tenido tiempo para repasar la actualidad de uno de sus jugadores clave, Lamine Yamal, al que ha elogiado pero sobre todo, le ha advertido el camino correcto que debe seguir.
El riojano tiene claro cual es su principal misión en esta Eurocopa como seleccionador, y se muestra feliz por ello: "Queremos que los chicos jóvenes se enganchen con el fútbol y con la Selección. Esa es la gran asignatura pendiente que tenemos. Si somos capaces de transmitir ese mensaje y que cale, ya estamos consiguiendo algo importante. Y esa sensación de arrope que te da la afición, pues ayuda. La unión hace la fuerza y si todos empujamos en una dirección, se consiguen los objetivos. Si estamos enganchando, estoy feliz de ser partícipe en generar ilusión".
Sin duda, al margen de jugadores como Fabián, Dani Olmo, Rodri o Merino, los que mayor utilidad están aportando son Lamine Yamal y Nico Williams. Destacan por su velocidad y verticalidad, pero que cuando aparecen estos factores aparecen espacios atrás es una realidad y así lo alerta el seleccionador, con un aviso indirecto a los suyos: "No siempre se puede jugar a cien por hora. No es un eslogan mío, pero la velocidad y la potencia sin control no sirven de nada. Hay que dominar la velocidad, el control del juego… Queda muy bien y son fantásticos futbolistas, pero a veces hay que bajar las revoluciones".
Parece ser que precisamente eso está intentando el seleccionador de Haro, que dejaba estas declaraciones cuando fue preguntado por un presunto cabreo de Lamine al ser sustituido: "La prioridad aquí es el equipo; es la máxima que tenemos aquí. Creo que se ha puesto de moda algo que se interpreta mal. Para mí, un jugador puede tener ambición por jugar. Pero eso de enfurruñarse es irrespetuoso con la persona que va a entrar en el campo. Eso no va conmigo. Un jugador tiene que entender que lo primero es el equipo y que, si lo sustituyen, el que va a entrar también tiene derecho a jugar. Lamine no se marchó enfadado. Es un chico excepcional y tenemos una relación magnífica, pero tenéis que entender aquí no juegan sólo Lamine y Nico, que parece que están de moda".
Para terminar, tuvo tiempo de hacer referencia al que será la máxima amenaza de los de Didier Deschamps el próximo martes, Kylian Mbappé: "Rápidamente, le diría que con jugadores de esas características, que tienen tanto desborde, como también lo tiene Dembélé, las ayudas son importantes. Es la única manera, además de mantener el equilibrio".