Álex Martín4 min lecturaEl RCD Espanyol sigue en el punto de mira. Más concretamente, su propietario, Chen Yansheng, quien no es del gusto de su afición, nada satisfecha con los resultados que está obteniendo el equipo desde su vuelta a la máxima categoría de nuestro fútbol. No en vano, no hay que dejar de resaltar las protestas que han realizado varios seguidores del conjunto perico a las puertas del consulado chino de Barcelona. Todo, con el objetivo de solicitar la salida inmediata de la entidad de su mandamás, contra las cuerdas y más señalado que nunca por parte de su masa social.
Después de que se manifestaran hace unos días en la Avenida Tibidabo, acto en el que hicieron acto de presencia 250 aficionados del Espanyol, en las últimas horas, se ha conocido un detalle que no hay que dejar de tener en cuenta: los insultos y faltas de respeto en un campo de fútbol. En el encuentro ante el Celta, se produjeron diversos cánticos, incluyendo el “chino vete ya” que se ha hecho habitual desde hace un tiempo en las gradas del RCDE Stadium, demostrando que el clima en torno a la figura del propietario es cada vez más tensa.
En esta ocasión, dichos cánticos no han pasado desapercibidos para LaLiga, que ha decidido tomar cartas en el asunto. De hecho, ya se ha puesto en contacto con la entidad perica para comunicarle que se le ha impuesto una sanción por este tipo de gritos en sus gradas. En el documento en el que se refleja, la patronal ha decidido elevar al Comité de Disciplina Deportiva de la Real Federación Española de Fútbol y al Comité Antiviolencia tres momentos concretos del último partido del Espanyol en su estadio.
Los cánticos que se reflejan, siempre según el escrito presentado por LaLiga, se han producido en los minutos 20 y 30, además del descanso. No solo eso, ya que pusieron en el punto de mira a dos sectores concretos del estadio perico: el 109, el 110 y el 111. Después de recalcar que el club situó en sus videomarcadores el protocolario cartel pidiendo que no se realizaran gritos racistas, xenófobos o que puedan fomentar la violencia o ser ofensivos, la patronal entiende que el “chino vete ya” entra dentro de estos criterios para que el club sea castigado.
Lo curioso de esto es que, en el caso de que el Espanyol sea sancionado, cosa que parece probable, será el propio propietario el que tenga que hacerse cargo de la multa. ¿El motivo? Al tener que ser la entidad la que se haga cargo de este tipo de castigos, será el dueño el máximo responsable a la hora de asumir la responsabilidad por sus aficionados y tener que abonar la cantidad correspondiente por los cánticos producidos en las gradas de su estadio. Teniendo en cuenta que el cansancio de su masa social es más que evidente, el grito se puede repetir y esta misma situación se puede convertir en algo habitual.