Andrés Iniesta es casi un héroe nacional. El albaceteño, como todos recordaran, marcó el gol de la victoria en la final del único Mundial conquistado hasta la fecha por España, además de ganar multitud de títulos con el FC Barcelona y ser un gran empresario. Se puede decir que Iniesta lo tiene todo, aunque eso no es lo que pensaba él. Todavía en activo, jugando en el Vissel Kobe de Japón, el centrocampista explicó la gran depresión que sufrió hace unos años a raíz del fallecimiento de Dani Jarque, su íntimo amigo, quien murió de manera repentina durante una concentración con el Espanyol a causa de un infarto y cuando solo tenía 26 años.
"Cuando estaba luchando contra la depresión, el mejor momento del día era cuando tomaba mis pastillas y me acostaba. Perdí las ganas de vivir. Abracé a mi esposa, pero era como abrazar una almohada: no sientes nada", confesó Iniesta en el podcast 'The Wild Project', asegurando que lo pasó muy mal durante aquella época de su vida.
El de Fuentealbilla explicó, sin tapujos, que la batalla para mantener bien su salud mental es larga, por lo que todavía acude a un especialista para tratar su depresión. "Sigo yendo a terapia porque necesito arreglarme conmigo mismo... Me gusta escuchar a los profesionales hablar sobre enfermedades mentales y depresión. Con el tiempo, la vida te enseña que la depresión y las enfermedades mentales pueden afectar a cualquiera", admitió.
"No se trata de cosas materiales porque puedo tener todos los autos del mundo y todo lo que quiera, pero aun así es difícil enfrentar los problemas de la vida", continuó diciendo Iniesta.
A sus 38 años, Andrés todavía sigue en activo, aunque este verano será, junto a Iker Casillas y Santi Cazorla, comentarista del Mundial de Qatar. Lo que sí que tiene claro es que le gustaría regresar al que siempre ha sido su club, el FC Barcelona. "Me gustaría volver a Barcelona como entrenador o director deportivo, pero primero tengo que aprender en diferentes áreas y luego ya veremos", confesó el manchego.
Con la entrega del galardón a Benzema aún muy reciente, se volvió abrir el debate sobre el premio de 2010. Después de anotar el gol de la final en Sudáfrica, Iniesta compartió podio con Leo Messi (primero) y Xavi Hernández (tercero), compañeros suyos en el Barça, aunque muchos piensan que ese Balón de Oro tuvo que ser para él, algo que no preocupa a Iniesta, asegurando que el fútbol "no" le fue injusto. "Quién diga que juega para ganarlos está muy bien. Me hubiese gustado ganarlo, claro. No es que sea inconformista, pero no creo que sea algo que me falte en mi vida", concluyó.