El RCD Espanyol vuelve a intentar salirse con la suya para evitar que el Stage Front Stadium cierre sus puertas durante los dos primeros partidos de LaLiga Hypermotion, algo que prácticamente parece imposible, pero que la entidad no quiere aceptar.
Echando la vista atrás, el club recibió este castigo a causa de los incidentes que se vivieron el pasado 14 de mayo cuando los aficionados asaltaron el campo de juego cuando FC Barcelona estaba disfrutando por haber ganado la gran competición, proclamándose campeones de LaLiga.
Las normas están para cumplirlas, y la Federación tiene muy claro cuales de ellas en especial son duramente castigadas, por lo que decidieron sancionar el comportamiento de las gradas nada más comenzara la nueva temporada.
Sin embargo, cuando el Espanyol conoció la sanción impuesta, decidió luchar por lo que ellos creían ‘justo’. El club informó que pelearía hasta el final con el único objetivo de revocar esta decisión y que el feudo de Cornellá pueda acoger a todos los aficionados y socios posibles para disfrutar los partidos ante el Racing de Santander y Amorebieta, sobre todo ahora donde los jugadores necesitan más apoyo que nunca.
La lucha del Espanyol ya va para largo, y es que en primera instancia recurrió al Comité de Competición, aunque por desgracia, no obtuvo la respuesta que esperaba. Llegados a este punto, ha quedado bastante claro que la entidad no se rendirá hasta poder abrir sus puertas, aunque ahora es Apelación quien deberá juzgar si considera apropiada la decisión del juez instructor, que además de una multa de 25.000 euros, por la invasión de campo al final del derbi. Todo este revuelo ha vuelto a salir a la luz después de que los pericos trasladaran la solicitud a esta instancia la pasada semana.
Aunque los directivos del Espanyol sean conscientes de que conseguir hacer ‘justicia’ (según su punto de vista) sea complicado, se han mostrado constantemente firmes, con la intención de no perder la esperanza, sobre todo ahora, que algunas de las sanciones impuestas han ‘caducado’.
Un ejemplo de ello es el Getafe, que anteriormente había sido penado con el cierre del Coliseum Alfonso Pérez para el primer partido de LaLiga, pero que ha conseguido que se le libere de su castigo. En un principio, iba a jugar sin público en la primera jornada de Liga, contra el Barcelona, pero en la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo ha ido a su favor y ha dejado atrás la sanción que provenía de unos hechos que tuvieron lugar el 24 de junio de 2017, en un Getafe-Tenerife.