Este martes 1 de agosto, Lionel Scaloni, seleccionador argentino hará el saque de honor en el Memorial Arsenio Iglesias que enfrentará al Deportivo de la Coruña al Atlético Arteixo con el estadio Abanca Riazor. Esta será la primera vez que Scaloni visite Coruña tras proclamarse campeón del mundo en el Mundial de Qatar y además de hacer el saque de honor en el choque mencionado anteriormente, será el encargado de dar el pregón de las fiestas de María Pita. Ante tales eventos, el que fuera presidente del Deportivo de la Coruña, Augusto César Lendoiro ha querido dedicar parte de su columna de opinión al argentino y recordar como Scaloni se forjó como persona y profesional dentro del vestuario de Riazor.
Lendoiro recuerda en las primeras líneas de su columna de opinión como Scaloni llegó con apenas 19 años desde su pueblo de Pujato y curiosamente lo hacía como campeón del mundo Sub 20. El día de su debut fue un regalo anticipado de Reyes (4 de enero de 1998) y Lendoiro lo recordaba en los siguientes términos: "El 4 de enero de 1998, debutaba de titular en Riazor ante el Sporting… pero una expulsión de Songo’o en el ¡minuto 3! provocó que Scaloni tuviese que dejar su puesto a Rufai. En el banquillo, eso si, con lágrimas en los ojos, no dejó de animar al equipo en un momento muy complicado. Lionel había dado la primera muestra de su solidaridad y así se ganó a sus compañeros".
El ex presidente deportivista también recordó la situación más desagradable de Scaloni en su etapa en el Deportivo de la Coruña, como no, su salida: "Al final todo se complicó, y por ello no quiero dejar de tocar el momento más duro que vivimos él y yo con su triste salida del club. Se pusieron en liza el concepto que siempre mantuvimos del papel del entrenador en el vestuario y chocaron los fuertes caracteres de Caparrós y Scaloni. Al final se impuso el poder que siempre dimos, mi Consejo y yo, a los entrenadores".
Por último, Lendoiro como es posible que la forma de tomar decisiones de Scaloni haya cambiado al estar ahora en el lado del entrenador y no del jugador en su etapa en el cuadro coruñes: "Es posible que hoy, ya como entrenador, Scaloni sea algo más comprensivo con las decisiones, que, en ocasiones, tienen que tomar los directivos empujados por lo que les exigen sus técnicos. La visión del jugador es muy distinta. La libertad de actuación, él ahora lo sabe, que suele exigir el míster a una directiva es proporcional a la obligación que él tiene que asumir que la responsabilidad de todo lo que ocurra en el vestuario es solo suya".