Arsenal
Sevilla
Por mucho que fuese el claro favorito, ni siquiera el Arsenal esperaría un partido tan fácil y cómodo que le coloca con pie y medio en los octavos de la UEFA Champions League. Todo lo contrario que un Sevilla al que solo las matemáticas le dejan con opciones, aunque incluso la tercera plaza, esa que da acceso a ‘su’ Europa League, se ha puesto ciertamente complicada. Pobre imagen nervionense que deja muy señalado a Diego Alonso, cada vez más discutido.
Sorprendió el técnico uruguayo con su once en un partido vital para las aspiraciones europeas de los nervionenses. Quizás pensando en el derbi del próximo domingo ante el Betis, dejó en el banquillo a baluartes como Jesús Navas, Soumaré, Rakitic, Ocampos y Lukebakio, apostando por otros menos habituales como Kike Salas o Joan Jordán.
Enseguida, el cuadro sevillista fue víctima del ritmo vertiginoso de los londinenses y del plan medroso de su entrenador. Pero, además, las primeras ocasiones locales llegaban a balón parado, donde teóricamente se igualan las fuerzas, rematando muy pronto Saka en el segundo palo absolutamente libre de marca. Por suerte, su cabezazo se marchó fuera, pero sólo era el primer aviso.
Juanlu sufría de lo lindo con Martinelli por el carril diestro. Soñará el canterano sevillista con el brasileño, que hizo diabluras en unos minutos de dominio total por parte de un Arsenal que, pese a todo, no lograba transformar todo su caudal ofensivo en claras ocasiones.
Eso no impedía que el panorama fuese desolador. Pasaban los minutos y los pupilos de Diego Alonso eran incapaces de dar dos pases seguidos, atrincherados en su campo, sin otro plan aparente que resistir. Pero nadie tenía dudas de que eso era poco menos que un suicidio ante un rival de la talla del que había enfrente.
Mediada la primera mitad, Jorginho metía un pase en profundidad sin oposición, Saka le pillaba la espalda a Kike Salas y su centro raso lo remataba a gol Tossard. Tres pases que sirvieron para desmontar a un Sevilla que poco antes había cambiado su dibujo para pasar a jugar con tres centrales.
Al descanso, sin lugar a dudas, la mejor noticia era el exiguo 1-0, después de que el cuadro británico hubiese levantado el pie del acelerador, lo que no evitó que su meta, el internacional español David Raya, se pasase 45 minutos como un mero espectador.
Parecía lógico esperar cambios tras el paso por vestuarios. Pero Diego Alonso apostó por los mismos once. Y aunque tímidamente parecía tener posesiones más largas, la realidad es que era el Arsenal el que le dejaba hacer, completamente convencido de que no correría peligro alguno.
Así, en el minuto 64 llegó la sentencia. En una rápida salida, Saka se plantaba ante Dmitrovic tras romper a Pedrosa con un recorte y no fallaba para subir el 2-0 al marcador. Si alguien tenía dudas, ahí acabó el partido. Luego, por fin, llegaron los cambios, demasiado tarde a todas luces, con la mala fortuna añadida de que Soumaré se lesionó nada más salir y tuvo que abandonar el campo.
No fue hasta el 96 cuando llegó el primer remate a puerta de los sevillistas, obra de Mariano. Con eso queda todo dicho. Parece evidente que el Sevilla ha empeorado con el relevo en el banquillo. Y el domingo llega el derbi.