Borja Iglesias ya luce como jugador del Celta de Vigo tras la presentación que ha tenido lugar este lunes en A Madroa. El ex futbolista del Betis, que llega cedido al club vigués por una temporada, ha aterrizado en los campos de entrenamientos del combinado gallego, con la grada repleta de aficionados celtistas, en un SEAT panda celeste, en referencia a su apodo futbolístico. El delantero se ha mostrado muy feliz y agradecido con la oportunidad que le ha regalado el equipo para volver a dónde comenzó su sueño de ser futbolista profesional. "Me siento muy feliz y orgulloso de estar aquí, hace unos años que tuve que salir y durante todo este tiempo pensé que a ver si tendría la oportunidad de vivir esto. Soñé con esto desde que soy niño y jugador profesional", confirmó a los aficionados que se agolparon en la única grada del recinto para ver la presentación de Borja Iglesias que aclara que no tuvo dudas en dejar atrás al Betis para regresar al Celta de Vigo.
Borja Iglesias no tuvo dudas en regresar a la que fue su casa y dónde creció para convertirse en futbolista profesional. La presentación de su fichaje por el Celta de Vigo se ha producido en A Madroa, lugar icónico para el combinado gallego que ha formado a todos sus jugadores sobre el césped de la casa celeste. "Estoy muy orgulloso de estar aquí. Para mi es un momento muy especial. Agradecer todo el cariño y el esfuerzo del Celta de Vigo para que regrese a casa. Ojalá vivamos una temporada ilusionante porque nos la merecemos todos. Cuando llegué esta mañana mi sensación era que nunca me había ido. Aquí es donde tuve la posibilidad de debutar y de cumplir mi sueño. Siempre pensé que fue muy efímero y aquí estoy. A Madroa sigue más o menos como estaba, pero aquí se respira ese crecimiento del club que tanto valor le da a la cantera", sentenció Borja Iglesias, que ha recibido muchos elogios en su primer día como jugador del Celta de Vigo.
A Madroa no fue el único reencuentro de Borja Iglesias en su regreso al Celta de Vigo. El club le había preparado una sorpresa muy emotiva con la que el futbolista no puedo contener las lágrimas de emoción. Su abuela, Teresa, fue la otra gran protagonista de la tarde al aparecer en el acto para apoyar a su nieto en su nueva aventura deportiva. Tras regalar balones a la gradas y posar con el mítico coche español, Borja Iglesias se despidió de sus seguidores para dejar atrás al Betis y enfocarse, desde ya, en el conjunto de Giráldez que lo espera con los brazos abiertos.