Los meses que pasó Rafa Benítez al frente del Celta de Vigo fueron cualquier cosa menos cómodos para todas las partes. Si bien su nombre y fichaje despertó una gran expectación, está se diluyó rápidamente al ver que los resultados no sólo no llegaban, sino que acercaban al club hacia un descenso que sonaba a catástrofe absoluta. Fueron momentos duros, unos en los que no faltaron futbolistas salpicados, incluyendo un Iago Aspas que vio apagada su llama futbolística bajo el mando del entrenador madrileño.
Finalmente, y tras aguantar mucho más de lo esperado, la entidad gallega despidió a Benítez y pasó a contar durante las últimas 10 jornadas con Claudio Giráldez, quien salvó al equipo y se quedó como dueño del vestuario celeste de cara al curso 2024-25 de LaLiga EA Sports, para el cual se están llevando a cabo importantes cambios en la plantilla. Pues bien, es justo este último punto el que recalca Benítez en una entrevista concedida en el programa 'Stick to Football' de la televisión inglesa SkyBet; y es que el veterano preparador asegura que ya sabía qué pasaría y por ello le despidieron.
"Están haciendo ahora exactamente lo que les dije. Si ves los jugadores de los que se están deshaciendo, son los que les dije, pero lo están haciendo con otro entrenador. No querían reconocer que yo tenía razón", afirma mientras dialoga con los exfutbolistas Gary Neville, Roy Keane, Jamie Carragher, Jill Scott e Ian Wright.
En cuanto al motivo por el cual no consiguió convencer a la cúpula de la entidad, Benítez señala que esta confió más en los jugadores que en su persona. "Me decían que los jugadores no estaban contentos. Claro, ya sabes que si un jugador no juega no está feliz, porque traje a alguien que es mejor, y entonces le va al presidente a 'blablabla'. Esa es la realidad", comenta sin dar ningún nombre concreto.
Para Benítez fue fundamente que su esposa sea de Ourense para embarcarse en el proyecto del Celta, el cual le convenció tras hablar con el presidente, Carlos Mouriño. Justo en la charla con el jefe quedó también marcada una hoja de ruta que contemplaba una primera temporada en la que no se pasasen apuros y se estuviese cerca de Europa, una segunda en la que se consiguiese la clasificación para competición continental y una tercera en la que se establecería el objetivo según las posibilidades de la entidad.
A Benítez le chocó al llegar al Celta las complicaciones financieras a la hora de moverse en el mercado, llegando a asegurar que con las herramientas adecuadas podría competir con cualquiera. "Cuando estás en el medio, uf, esto no es lo que me dijiste. El Real Madrid puede gastar 600 millones y el Celta 60; no puedes competir. Tengo la experiencia, la pasión, el conocimiento, puedo marcar la diferencia", finaliza.