Francisco Salas4 min lecturaLa situación del Celta de Vigo roza lo dramático, bordeando el descenso y con su cuerpo técnico y gran parte de la plantilla muy cuestionados, pero se de la circunstancia de que esta campaña la salvación está muy barata, lo que les mantiene aún alejados de la quema pese a la mala racha, incluso esta semana tendrán la oportunidad de dar un paso de gigante hacia ella o por el contrario hundirse, ya que disputan este domingo (14:00) una final ante el Cádiz en el Nuevo Mirandilla. Los gaditanos marchan en el puesto 18, uno por detrás de los celestes, pero con solo tres puntos de margen, por lo que el que caiga, acabará la jornada en el pozo. Pese la inestabilidad, Rafa Benítez está muy seguro de que no se juega su futuro en Cádiz.
"Mi futuro son tres años y los próximos 13 partidos, eso lo tengo clarísimo, lo tengo yo y quiero que lo tenga todo el mundo", así de contundente se ha mostrado el veterano preparador, que confía en que pase lo que pase le den la oportunidad de seguir con un proyecto pensado a largo plazo, pero que está muy lejos de cumplir con lo presupuestado. De hecho, para que siga creciendo deben "estar unidos" y no dejar que las presiones externas les afecten, pese a que sabe que las cosas no están saliendo y deben conseguir resultados cuanto antes.
Pese a que es consciente de lo que se juega en el Nuevo Mirandilla, prefiere no considerarlo "una final", ya que después les quedarán otros doce partidos igual o más importantes y por esto, tienen que "manejar las cosas" según se las vayan encontrando. De hecho, se permite el lujo de pasarle la presión al Cádiz, que es quién está en descenso y actúa como local.“Si nosotros estamos dándole vueltas a estas cosas, imagínate como estarán ellos, seguro que ellos están peor que nosotros”, enfatizó el ex de Liverpool y Real Madrid.
Su rival ha cambiado mucho desde la primera vuelta, donde empataron a uno en Balaídos, pero desde la llegada de Pellegrino han vuelto a la defensa de cuatro e intentarán "llevar la iniciativa, atacar y presionar”, por lo que tendrán que ser "inteligentes", porque los andaluces se juegan aún más que ellos y pueden equivocarse, como todos los equipos que están en la parte baja de la tabla. “Es un equipo bloque sólido, con dificultades para hacer gol y que encaja como todos los que estamos ahí abajo, pero no espero cosas raras”, remarcó sobre la plantilla que entrena un viejo conocido suyo, Mauricio Pellegrino.
Durante sus años en el Valencia, Benítez hizo de Pellegrino su extensión en el campo, tanto que . Por esto, ambos se conocen a las mil maravillas, y el madrileño está muy feliz de que 'El Longaniza' esté en banquillo de primera. “Todo lo que pueda hablar de Mauricio será positivo porque como futbolista era de los que vivía el fútbol, transmitía, ayudaba a los compañeros, lo analizaba bien, como ayudante ha sido lo mismo y ahora lo es como entrenador”, concluyó antes de la 'final' que jugarán mañana en el mediodía gaditano.