Fernando Mateos4 min lecturaLa dura derrota del pasado domingo ante el Getafe ha supuesto un nuevo jarro de agua fría para el Celta de Vigo, que vio cómo dos rivales directos como el Mallorca y el Sevilla FC sacaban sus partidos adelante, dejando a los vigueses al borde del precipicio, con tres puntos de ventaja sobre el Cádiz.
La semana promete ser dura de nuevo en el entorno del club gallego. Rafa Benítez sigue estando en el punto de mira y al técnico madrileño, además, se le acumulan los ‘incendios’ con jugadores como Iago Aspas, de nuevo suplente en el Coliseum, y Carles Pérez, una jornada más sin minutos.
A ellos se suma otro nombre propio que, de momento, asume su nuevo rol, aunque resulta cuanto menos extraño que Carl Starfelf haya pasado de ser un indiscutible en los planes del entrenador a parecer una pieza prescindible, a tenor de lo sucedido en los últimos encuentros.
El central sueco aterrizó el pasado verano procedente del Celtic de Glasgow, a cambio de 5 millones de euros, y en sus primeros meses se hizo con un sitio fijo en el eje de la zaga. Debutó en la segunda jornada y hasta la decimosexta fecha de LaLiga EA Sports no se perdió ningún encuentro, todos como titular: en total, 15 partidos y 14 de ellos completos.
Pero a mediados de diciembre, el internacional sueco fue baja de última hora frente el Granada. Regresó al once en el último partido de 2023 ante el Villarreal, pero sólo pudo jugar la primera mitad al sufrir una rotura muscular en el muslo derecho que le mantuvo de baja los dos siguientes partidos.
Una vez recuperado, sin embargo, Starfelt se quedó en el banquillo ante la Real Sociedad, y aunque volvió a partir desde el inicio en el choque ante el Girona, ha vuelto a quedarse sin minutos en los dos últimos duelos ligueros, ante Osasuna, cuando Benítez puso en liza un once plagado de defensas, y frente al Getafe, el pasado domingo.
Sin oportunidades, por tanto, en tres de los cuatro últimos partidos de Liga, el defensor sueco ha pasado de llevar incluso el brazalete de capitán a ver cómo el técnico madrileño lo relega a un papel secundario, a pesar de jugar en el Coliseum con tres centrales y retrasar al peruano Renato Tapia para que sea uno de ellos.
Ya tras el partido ante Osasuna, Benítez fue cuestionado por la suplencia del ex del Celtic, sin aclarar si se debía a que todavía no estaba en un nivel físico óptimo, aunque su desaparición del once ante el Getafe hace que cobre fuerza la teoría de que le ha tocado pagar los platos rotos tras cometer algunos fallos, como sucedió ante el Girona con un error de marca.