Claudio Giráldez está levantando pasiones esta temporada. El técnico gallego está haciendo de este un Celta de Vigo con un signo de identidad, valiente y con un enfoque centrado en la apuesta por la cantera celeste, algo que gusta bastante dentro de la afición. El entrenador, que llegó como medida de urgencia tras el despido de Rafa Benítez, cumple contrato a final de temporada y ya se espera que renueve en las próximas semanas.
El técnico del Celta de Vigo habló hace unos días sobre su posible renovación en la Televisión Galega, en una entrevista para el programa de En Xogo de TVG2. “Me gustaría tener retos y los retos me gustaría que fuesen aquí, que pudiésemos crecer aquí y llevar al Celta a un escalón superior de donde estamos ahora mismo. Eso es lo que más me ilusiona y me motiva”, comenzaba diciendo Giráldez.
Parece que tanto el club como el entorno del entrenador se han puesto manos a la obra para cerrar su nuevo contrato. El propio Giráldez desveló que su renovación se materializará más pronto que tarde. “Supongo que será cuestión de pocos días o de pocas semanas que podamos llegar a un buen acuerdo. Creo que estamos en la misma línea las dos partes y va a ser sencillo”, decía.
Viendo lo ocurrido con Rafa Benítez la temporada pasada, la nueva dirección deportiva del club gallego quiere ir paso a paso con este ilusionante proyecto de Giráldez al frente de la cantera. “Evidentemente a mí me gustaría estar aquí no solo esta temporada, sino estar más tiempo. Lo otro será cuestión de verlo. Creo que tampoco tiene sentido hacer un contrato a muchísimos años porque creo que es imposible valorar lo que pueda pasar”, analizaba el entrenador.
La renovación de Giráldez no será la única tarea delicada que tendrá Marco Garcés esta temporada. El capitán Iago Aspas también acaba contrato a final de temporada y se espera llegar a un acuerdo para ampliar su vinculación con el club. Dos símbolos del Celta de Vigo que sin duda no quieren abandonar un proyecto tan ilusionante como el que se está viviendo en Balaídos.
Gracias a un estilo de juego único y además bien vistoso, el equipo gallego se encuentra tan solo a un punto de los puestos europeos. Un objetivo que sin duda nadie tenía marcado al inicio de temporada, sobre todo por salvar la categoría casi in extremis en el curso anterior.