Sin duda, el culebrón del verano en Vigo está siendo el de Gabri Veiga. Desde hace muchas semanas, meses, se vaticinaba una salida del jugador a otro club. En Balaídos están muy contentos con su pupilo y es, además, Gabri un futbolista que siente los colores por lo que cualquier equipo que quiera hacerse con sus servicios deberá ofrecer algo muy convincente. Lo mínimo que pide el club es la cláusula: 40 millones de euros. Es el principal problema que está enquistando todas las negociaciones en una operación que, a principios de verano, parecía muy factible. Hasta el momento, no hay una sola oferta al club que se haya acercado siquiera a esa cifra. Se conoce la opción del Liverpool (25 millones y la opción de que Veiga siga vistiendo de celeste en calidad de cedido para la 2023/2024), pero el Celta la rechazó de lleno: no piensa regalar a una de sus mejores bazas.
En ese todo o nada sigue el asunto Gabri Veiga cuando ahora ha llegado otra información... algo que calienta el fichaje de Gabri Veiga: el Nápoles. El club de la Serie A habría puesto sobre la mesa unos 30 millones de euros por hacerse con los servicios del futbolista del Celta, pero el club celeste lo ha rechazado por lo mismo de siempre. No son 40 millones. Pero... el Nápoles no se da por vencido porque tiene entre ceja y ceja al joven centrocampista de 21 años. Al menos, esto es lo que informa Fabrizio Romano en esta tarde de lunes. Es el quien ha lanzado la exclusiva en Twitter, donde se puede leer lo siguiente: "El Nápoles presentó hoy una oferta oficial por la joya española Gabri Veiga por valor de 30 millones de la tarifa. El Celta de Vigo ha rechazado la propuesta, porque la cláusula de rescisión es de 40 millones de euros. Las negociaciones continúan: Nápoles quiere a Gabri Veiga".
Cuando menos disparada sonaba la idea de que el futbolista continuaría compitiendo en Balaídos, defendiendo los colores celestes del Celta de Vigo... llega esta oferta. Posiblemente, cuando Carlos Mouriño soltó aquello de "no lo queremos vender, pero nos lo van a comprar", considerara que llegarían suculentas ofertas desde el mismo arranque del mercado de fichajes veraniego. Interés había y ofertas, también. Pero nadie apostaba con fuerza y con convencimiento como para afrontar los 40 millones que quiere el club de Gabri Veiga. Ahora el Nápoles viene pisando fuerte. 30 millones no es poco, pero no es suficiente por el club. Las negociaciones van a continuar su curso por un jugador que tiene contrato hasta 2026 y cuya palabra también cuenta y mucho.