El próximo parón por compromisos internacionales servirá para que muchos jugadores descansen y algunos clubes realicen eventos y homenajes como el que tiene preparado el Werder Bremen a Diego Ribas. El centrocampista brasileño es un emblema de la entidad y logró ganar una Copa de la Liga (2007) y una DFB Pokal (2009) en las tres temporadas que militó en el club. Es uno de los futbolistas mejor valorados por la afición y por ello recibirá un reconocimiento especial la próxima semana. En Bremen coincidió con Mesut Özil, otro ilustre de los germanos que no acudirá a la 'fiesta' al no ser invitado por sus conexiones políticas con un partido de extrema derecha de Turquía. La polémica está servida.
Una decisión que ha sido consensuada con el protagonista del homenaje, Diego Ribas: "Hemos acordado con Diego no invitar a Mesut por sus últimas acciones que no representan los valores del club". Todo se debe a los nexos que tiene el exfutbolista de Real Madrid y Arsenal con los 'Lobos Grises', una organización racista, xenófoba, paramilitar nacionalista originaria de Turquía y ligada al Partido del Movimiento Nacional. Incluso Özil porta un tatuaje en su cuerpo con las señas de este citado grupo.
Nacido en Gelsenkirchen (Alemania) pero de padres turcos, Özil fue internacional alemán desde las categorías inferiores hasta la absoluta. Con la Selección disputó un total de 92 partidos en los que anotó 23 goles ganando la Copa del Mundo en 2014. Sin embargo, la relación del exmediapunta con Alemania se ha enfriado después de su proximidad con Erdogan, primer ministro turco, en 2018. Ese encuentro le supuso un aluvión de críticas y por ello decidió renunciar de manera oficial al país que le vio nacer.
Özil no será el único exjugador ausente en el homenaje a Diego Ribas. Tampoco ha recibido invitación el portero Tim Wiese por idénticos motivos. Defendió la redes del Werder Bremen durante siete temporadas (de 2005 a 2012) acumulando 266 partidos en total. A pese de ello, es considerado persona "non grata" y tiene vetada su entrada al estadio. El que fuera cancerbero del club reconoció públicamente su afiliación a un partido de extrema derecha. El club censuró este comportamiento y lo dejaron claro mostrando una pancarta durante un partido: "Cualquiera que se relacione con los nazis, no tiene hueco en el Weserstadion".
Sabedor que no es bien recibido en Bremen, Wiese se ha pronunciado acerca del homenaje a su compañero: "Ya tenía claro que no me iban a invitar. Le deseo lo mejor a Diego pero mientras sigan los mismos dirigentes en el club no volveré a entrar". dijo. Un partido de reconocimiento al brasileño salpicado por la política.