Avanza la semana sin, de momento, confirmación oficial de los clubes o del propio William Carvalho, en primera persona o a través de su representante, sobre su venta al Al-Nassr, unas negociaciones han sufrido muchos altibajos. El club saudí se acercó al mediocentro por recomendación de su estrella y paisano del todavía bético, Cristiano Ronaldo, utilizando a su amigo, Ricardo Refuge, como intermediario, con la ventaja de ser hermano del agente del luandés. Cada parte en el trato ha jugado convenientemente sus cartas, circunstancia que explica por qué no se ha llegado aún a buen puerto, pese al teórico principio de acuerdo para un contrato por tres temporadas, a razón de cinco millones de euros netos por cada una, el 200% de lo que cobraba aquí hasta el verano pasado, cuando renovó hasta 2026 con ciertas condiciones: se bajaría el salario a poco más de dos kilos, pero podría salir cada mes de junio por una cantidad simbólica, nada que ver con su cláusula de rescisión, de 80.
William se descolgó entonces pidiendo el doble por irse a Arabia Saudí, argumentando que tiene otras propuestas mejores tanto en ese país como en la vecina Qatar, como apunta 'Abc', al tiempo que la institución de Riad deslizó los nombres de los otros jugadores que pretende para esa posición, casos de Brozovic o Modric. El tira y afloja, según ha podido conocer ESTADIO Deportivo, no ha derivado aún en una entente definitiva, aunque sigue el optimismo y la urgencia, pues el precio de saldo tiene fecha de caducidad y está muy próxima. Sin embargo, dependiendo de la fuente, la información varía, a veces drásticamente, pues hay quien habla de que el pacto es una realidad entre las entidades y que sólo queda el 'sí' de Carvalho, con el que quedarían únicamente los últimos flecos, y otros como 'O Jogo' refieren que el internacional luso no está por la labor de moverse, como ya anunció a modo de presión su asesor.
En realidad, todo es más sencillo: hasta el 1 de julio, no hay mucho que hablar entre Al-Nassr (o el pretendiente que sea) y el Betis, puesto que existe una cláusula reducida que quien satisfaga se lleva al futbolista. De todas formas, los 10 millones solicitados el verano pasado no encontraron destinatario interesado, por lo que en Heliópolis han priorizado el pragmatismo. Entonces, una continuidad que solucionaba a corto plazo la inscripción de Willian José y permitiría dejar algo en caja, ya que, de haber querido, WC podría haber seguido hasta este 30 de junio de 2023, seguramente con muchos minutos esta campaña por la confianza de Manuel Pellegrini y su calidad, convertirse en agente libre y llevarse él todo el dinero de su cambio de aires, con una jugosa prima de fichaje aparte del sueldo. Por el contrario, así, los verdiblancos se garantizan un ingreso, por pequeño que sea, por alguien al que le pagará menos si decide quedarse.
'Footmercato' ha sido el primero en cifrar la rescisión de Carvalho ahora en dos millones de euros, lo que ha generado crispación y polémica en las redes sociales. En realidad, las cuentas son otras, empezando por la cláusula, superior a ese montante. El Betis trabaja con un escenario que le permita no ya 'enriquecerse' con un jugador de 31 años, sino liberar el espacio salarial suficiente para recuperar la fórmula 1:1 en LaLiga y poder usar lo que ahorre para rearmarse. Y, según las cuentas en la planta noble del Benito Villamarín, entre traspaso (restando el 20% del Sporting CP), salario (algo menos de 6,6 netos hasta 2026) y amortización pendiente (3,4), el beneficio de la operación supera los diez kilos. En otras palabras: desprenderse en estas condiciones de William otorgaría 10 millones de euros a efectos de LCPD para rearmar la plantilla, suficientes, por ejemplo, para sufragar las contrataciones de Ayoze, Bellerín y Marc Roca, pues por ninguna habría un coste de venta que deba prorratearse anualmente.