Antonio José Medina5 min lecturaAún quedan nueve días para que el Sevilla FC y el Real Betis vuelvan a verse las caras en El Gran Derbi tras el controvertido enfrentamiento del mes de noviembre, que acabó con tres expulsados, insultos a Monchi y la prohibición al director deportivo sevillista de pisar el Benito Villamarín.
Desde entonces se han calmado mucho los ánimos, no ha habido piques llamativos y cada uno ha ido a lo suyo. El Betis, a luchar por una Champions que ahora parece lejana, pero que al menos le ha permitido asegurar la Europa League; y el Sevilla, a evitar la salvación, algo que ha logrado con cinco jornadas por delante y que le permitirá luchar por Europa en este tramo final, aparte de hacer directamente en las semifinales de la segunda competición continental.
Antes de vérselas en ese duelo, ambos equipos tienen compromisos importantes. El Sevilla juega este domingo ante el Valladolid y, sobre todo, tiene la vuelta de la UEL ante la Juventus de Turín el próximo jueves. Y el Betis debe enfrentarse al Rayo Vallecano -actual rival directo sevillista- para confirmarse en Europa. Hasta entonces, dada la importancia de los partidos previos, no harán mucho caso a lo que les llega el domingo.
Pero antes que ese derbi, llega otro partido caliente, aunque sea de diferentes ciudades. Y no nos referimos al Espanyol-Barça de este fin de semana sino al Sporting-Oviedo que acoge El Molinón.
Ahí estará un jugador que hasta enero militó en el Real Betis y que ahora vuelve a sentirse jugador como ovetense: Víctor Camarasa. "Tanto esta semana como la anterior la gente ya te dice cosas por la calle. Que hay que ganar, que es el partido más importe. Y también en las redes sociales. Se palpa que es una semana diferente", señala en una entrevista con la Nueva España, donde recuerda los derbis que vivió en Sevilla, la mayoría de ellos desde fuera, pero siempre con la presión que traen estos partidos.
"A mí me gusta jugar en un ambiente hostil. Me motiva. He vivido varios derbis en Sevilla y, en líneas generales, me ha ido bien -jugó en el 3-5 del Pizjuán en la 17/18-. Allí te dicen siempre la misma frase: "No vale de nada la temporada si no le ganas al Sevilla". Espero que nos vaya bien", indica Camarasa, quien sólo lamenta que el partido no sea en casa. "Por lo que me han dicho mis compañeros, un ambiente espectacular. La única pena es que no sea en casa para ver ese pasillo que hacen al autobús hasta el Tartiere del que me han hablado y el apoyo en tu campo. Pero es una cita para disfrutar", añade el ex del Betis.
El centrocampista valenciano volvía a jugar, años después, un partido como titular hace unas semanas en Ibiza -donde acabó entre lágrimas- y poco a poco ha ido contando con más minutos a las órdenes de Álvaro Cervera. "Era un desahogo. Pensé, "joe, vuelvo a ser futbolista". Una cosa es entrar en el minuto 70 y otra estar el partido entero. Y ver que ayudas, que aguantas bien y que, encima, el equipo gana. Cuando empezó el partido no sabía si aguantaría los 90, de verdad. Pero fui encontrando bien y me decía "coño que aguanto". Al acabar me acordé de todo lo que había sufrido. De ahí las lágrimas", admite Camarasa, que tras 'sentirse futbolista' ahora volverá a sentir lo que es un duelo ante un 'eterno rival'.