El Real Betis sigue tratando de renovar a Guido Rodríguez, cuyo contrato expira el 30 de junio de 2024, y, aunque algunas informaciones reportan avances en la negociación con sus agentes, la familia Sabbag, no existe ese optimismo en este momento en la planta noble del Benito Villamarín, donde niegan el compromiso verbal de aumentar la vinculación una o dos temporadas, con una subida de sueldo intermedia entre lo ofrecido inicialmente al '5' y sus expectativas laborales, incluyendo una cláusula de salida más barata (alrededor de 10 kilos) que la real de rescisión (80 millones de euros) para facilitar su marcha a principios del próximo verano (hasta el 1 de agosto). Ésa es, bien es cierto, la propuesta que trasladaron desde Heliópolis a los asesores del pivote, que no han respondido en uno u otro sentidos. La última conversación data del último día de mercado estival, cuando el propio interesado desechó salir a Lyon y Nottingham.
Que Ramón Planes ultimara las gestiones para que se marchase a la Ligue 1 a cambio de 15 millones de euros debe interpretarse como la convicción de la directiva verdiblanca de que será complicado evitar que el ancla preferido de Manuel Pellegrini se marche gratis dentro de unos meses. En realidad, molesta desperdiciar una oportunidad evidente de mercado, habida cuenta de que el campeón del Mundo está tasado en 28 kilos por la web especializada 'Transfermarkt', aunque se desembolsaron apenas 4,5 de los 3+3 millones pactados con el Club América por el 70% de sus derechos, una inversión de sobra devuelta con su rendimiento. Por ello, puesto en una balanza, al Betis le sale más rentable mejorar el salario a Guido y quedárselo, con 29 años y unos cuantos más al máximo nivel por delante, que 'regalarlo', si bien en el aspecto contable no hay debate, como se ha demostrado recientemente con Luiz Felipe.
Puestos a que el canterano de River Plate (que, pese a los rumores, no tiene pactado un regreso gratuito a los 'Millonarios', sino que desea seguir en Europa) se vaya, mejor que sea a finales de curso y dejando un buen 'pellizco', aunque parece que lo primero será complicado. Y es que el FC Barcelona tiene pensado volver a la carga en enero para rematar su 'sala de máquinas', donde solamente Oriol Romeu es un pivote clásico. Confían en la Ciudad Condal en que los hispalenses lo liberen a bajo coste menos de un semestre antes de perderlo sin réditos, máxime tras el favor de rebajar el precio de salida de Ez Abde de 10 a 7,5 millones el mismo 1 de septiembre. Sin embargo, la subasta por el de Sáenz Peña ha comenzado, una 'guerra' de la que se beneficiaría el Betis. En este sentido, si hace unos días se informaba desde Italia de la próxima acometida del Nápoles, ahora sería el Inter el que más fuerte apostaría.
Las últimas noticias sitúan a los 'neroazzuri' en la 'pole' por el centrocampista de corte defensivo, que cuenta con pasaporte transalpino y que tiene unas características ideales para la Serie A, donde duplicaría fácilmente sus actuales emolumentos. Incluso, se habla de que los lombardos estarían reuniendo dinero para poner hasta 25 millones sobre la mesa verdiblanca, una cantidad poco probable por la inminencia del final de su contrato, si bien sería la única manera de convencer a todas las partes y esquivar a la creciente competencia. El único que puede detener esa subasta es Guido, que, aparte de no seducirle militar en Lyon, Fenerbahçe o Forest, por su aspiración a jugar algún día la Champions con un grande de Europa, prefiere terminar este ejercicio en tierras sevillanas, ya que su mujer, Guadalupe Ramón, dará a luz en los próximos meses y la familia no desea ahora mudanzas ni cambios que alteren la normalidad adquirida aquí, al menos hasta que nazca el bebé.