La seria amenaza a Yanis Senhadji

La situación de Yanis Senhadji es bastante delicada. No por culpa del campeón de Europa sub 19, a quien el CD Tenerife buscó repetidamente desde la primavera de 2024, primero para convencerle de que no renovara y se marchara a la isla, donde iba a ser capitán general en la delantera, y luego para que eligiera ese destino en la cesión que pactó con el Real Betis. La realidad, por desgracia para él, ha sido otra. Ni Óscar Cano, ni Pepe Mel ni ahora Álvaro Cervera están contando con él, seguramente al entender que la grave crisis por la que atraviesa el colista de Segunda división no invitaba a cargar de presión a un artillero que acaba de cumplir 20 años y sin experiencia en la elite. Veteranos como Enric Gallego (38) o Ángel Rodríguez (37) han asumido la responsabilidad, por ahora sin demasiada suerte, quedando el hispano-argelino con unos parcos 322 minutos, en los que, eso sí, ha repartido dos asistencias, aunque no ha podido estrenarse como goleador.

Lógicamente, pese a que cuenta con un dorsal del filial ('34'), los dirigentes albiazules (con una liada institucionalmente también difícil de explicar, aunque ésa es otra historia) han pensado en cortar su cesión, que incluía una opción de compra de dos millones de euros que se convertía en obligación en caso de ascenso a Primera, ya imposible, siempre con un 50% de sus derechos en posesión de los verdiblancos, que no se oponen a su marcha de tierras canarias, pero, como es habitual en estos casos, exigen que se respeten los términos firmados y su canterano encuentre un destino donde terminar el curso con más participación. El Albacete Balompié de su ex entrenador Alberto González parecía pintiparado, aunque los manchegos se han desmarcado últimamente. Se habló igualmente del Real Madrid Castilla, si bien no hay una decisión tomada todavía.

Esta dilación está poniendo nerviosos a los responsables tinerfeñistas, que ya filtran que podrían tomar, como avanza la Cadena Ser, soluciones drásticas si no se resuelve el asunto según sus intereses, incluyendo un despido unilateral que se resolvería en el SEMAC (equivalente al Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación de la Junta de Andalucía en el archipiélago). Una amenaza en toda regla que no ha gustado al entorno de Yanis Senhadji ni al propio Real Betis. De hecho, el contrato suscrito el pasado verano incluía penalizaciones en caso de incumplimiento, por ejemplo que hubiese una remuneración como compensación a su ostracismo, siendo un préstamo sin cargo de alcanzar el punta ciertos tramos de minutos. La exigencia por parte heliopolitana de estas cantidades perjudicaría también el margen de maniobra insular en el mercado de invierno, con 7-8 operaciones previstas.