A estas alturas del 'culebrón' sobre la continuidad de Guido Rodríguez en el Benito Villamarín, que ya acumula demasiados capítulos y cuyo final todavía no se vislumbra, muchos béticos se preguntan qué impide que el argentino alcance un acuerdo con el Betis cuando el futbolista ha mostrado públicamente su deseo de proseguir como verdiblanco, sobre todo, cuando se produjo el nacimiento de su hija Renata.
La respuesta a esta pregunta abarca dos aspectos principales, a la par estrechamente relacionados, pues las largas del centrocampista se deben principalmente a la posibilidad de enrolarse en dos pesos pesados del fútbol español, como Atlético Madrid o Barcelona, y el salto económico que desea dar con respecto a lo que percibiría en el Betis si renueva.
Guido y su agencia de representación dejan pasar el tiempo a la espera de los movimientos que se produzcan en estos dos clubes, provocando que Ángel Haro, antes de embarcar camino de Zagreb para la vuelta de la Conference League, señalara que la oferta que tenía sobre la mesa había caducado y que habría que sentarse a negociar de nuevo. Más recientemente, tanto el propio presidente como el CEO del club, Ramón Alarcón, emplazaban este asunto hasta final de temporada, cuando ya se conociera la posición final del equipo y con qué margen de maniobra cuentan para abordar esta renovación.
Mientras tanto ha aparecido el interés del Milan por Guido y, sobre todo, del Nápoles, que, según apuntaba el periodista Cesar Luis Merlo y recogía este periódico, habría avanzado los contactos para llevárselo con la carta de libertas. No obstante, a tenor de la web Area Napoli, los partenopeos se habrían topado con el mismo problema que el Betis a la hora de hacerse con sus servicios más allá de su deseo de apurar a la espera de Atlético o Barça, que, por el momento, no han dado un paso al frente.
Se trata de las pretensiones económicas del pivote, que a sus 30 años, sabedor de que tiene la sartén por el mango al terminar el 30 de junio, solicitaría una elevada ficha de 3 millones de euros netos más una prima de fichaje al no suponer ningún desembolso de traspaso. Cantidad a la que el Betis no ha llegado y no pensaría alcanzar dentro de su política de reestructurar su masa salarial.
Dicho medio apunta que Guido habría rechazado una propuesta de 2,5 kilos por parte del Betis, si bien desde el club no han trascendido cantidad exactas. Lo que sí es obvio que, de momento, la traba económica, con el acicate del interés seductor de los poderosos de España, han impedido poner fin a un culebrón que todavía va para largo.