El Betis firmó ayer la clasificación para los dieciseisavos de final de la Conference League, pero, pese a una leve mejoría contra el Helsinki, no logró despejar las dudas que rodean a los verdiblancos en esta competición ni lavar por completo su incomprensible imagen en el Viejo Continente. De hecho, más allá del alivio del triunfo pírrico contra el Helsinki, los de Pellegrini no convencieron a una afición cansada de que su equipo no cumple como debe en Europa y contrariada por el rendimiento de futbolistas a los que apenas les queda crédito de cara al beticismo.
De hecho, hubo jugadores, 'integrantes de la unidad B', que ayer consolidaron su posición en el centro de las críticas de la hinchada verdiblanca al no firmar otra actuación deficiente, destacando un caso concreto, el de Cédric Bakambu.
El congoleño fue el blanco de los reproches durante el choque y a su conclusión al evidenciar nuevamente su falta de gol en los últimos metros y que se encuentra alejadísimo de su versión de goleador que deslumbró en España en las filas del Villarreal. El Betis desembolsó en enero cinco millones de euros con a esperanza de fichar a ese Bakambu, pero las lesiones frenaron su adaptación y una vez recuperado en este curso nunca se ha acercado a lo esperado, como demuestran su aportación sobre el césped y sus pobres registros realizadores.
Así, esta campaña solo ha marcado dos goles, uno en Europa ante el Petroclub, lo que parecía que podría marcar un punto de inflexión que no fue tal, y en Copa contra el Gévora en la primera ronda, mientras que en LaLiga no ha visto puerta y no saltó al campo en los dos últimos encuentros, como reflejo de su rol completamente secundario.
Así las cosas, son muchos los béticos que han pedido en redes tras el partido de ayer su salida en enero ante los pocos visos de mejoría para reforzar la delantera, y más después de la surrealista acción que protagonizó el delantero en el único tanto heliopolitano. Y es que, en sus ansias de marcar, entorpeció a Johnny Cardoso cuando se disponía a empujar el balón a la red, estando a punto de desestabilizar al estadounidense en su intento de apuntarse el tanto.
De este modo, Bakambu se encuentra en una situación muy delicada, hasta el punto de que el club no descarta la posibilidad de que saliera en enero en el caso de que algún equipo llamara a su puerta con una oferta que le permitiera recuperar parte de lo invertido y mirar el mercado por si hubiese alguna opción interesante para potenciar el ataque. Lo que está claro es que la paciencia con el ariete está prácticamente finiquitada.