Fernando Mateos4 min lecturaUna derrota en El Gran Derbi siempre duele, más allá de la polémica suscitada por el penalti de Diego Llorente que decantó la balanza. Pero el Betis, además, sufrió un importante daño colateral este pasado domingo en el Sánchez Pizjuán, de donde Natan se marchó cojeando y con un vendaje en su su rodilla izquierda, como captaron las cámaras de ESTADIO Deportivo, haciendo saltas todas las alarmas, pues se trata de una pieza clave en el buen funcionamiento defensivo del equipo bético.
Corría el minuto 82 cuando el brasileño sufrió un golpe que acabó lesionándolo en una acción con su compañero 'Chimy' Ávila, amonestado en la misma jugada por una dura entrada sobre el sevillista Carmona. Sin embargo, Pellegrini optó por dejarlo al central en el campo, pese a que ya cojeaba. Sin duda, un error del 'Ingeniero', pues Bartra estaba preparado para poder suplir a su compañero, que quizás tampoco comunicó a tiempo su situación.
Sea como fuere, lo cierto es que tres minutos después, en el 85', el Betis agotaba sus cambios al dar entrada a Perraud por Ricardo Rodríguez, y poco después, el propio Natan rompía a llorar sin consuelo sobre el césped, al percatarse que su lesión era más seria de lo que pensaba en un primer momento. Sin posibilidad de hacer más sustituciones, el futbolista cedido por el Nápoles tuvo que permanecer hasta el final sobre el campo sin poder correr ni jugar en realidad, anulando la superioridad numérica que había brindado la expulsión de Nianzou para una larga prolongación de siete minutos.
Al margen de ese fallo de entendimiento entre Natan y Pellegrini, en el seno del conjunto verdiblanco existe una lógica preocupación por conocer el alcance exacto de las molestias del defensor, que se someterá este martes a las pertinentes pruebas médicas, como ha podido confirmar ESTADIO Deportivo. Tras el partido, y después de las primeras exploraciones en el vestuario, el técnico chileno ya avanzó que padece un esguince de rodilla, si bien se desconoce el grado del mismo y la posible aparición de alguna lesión más.
Es pronto, por tanto, para poder aclarar cuánto tiempo estará de baja, pues no existe un diagnóstico definitivo. Sin embargo, las estimaciones en lo referente a esguinces de rodilla hablan de entre tres y cuatro semanas de recuperación cuando se trata de grado 1, elevándose el tiempo necesario para ello cuando se alcanza el grado 2 (entre 4 y 6 semanas) o grado 3 (que puede llegar a los dos meses). Al menos, la llegada del parón liguero le permitirá gozar de un tiempo extra para su rehabilitación y le hará perderse menos partidos, siendo Osasuna el próximo rival (19 de octubre).
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