Periodo de reflexión en La Palmera sobre la continuidad de Hummel

El Betis ya rompió anticipadamente sus contratos con Kappa (en 2009) y Adidas (en 2018) por diferencias económicas o de gestión; la firma danesa firmó hasta 2027, pero las quejas de los usuarios son masivas

Periodo de reflexión en La Palmera sobre la continuidad de Hummel
El escudo termosellado que se despega, una de las principales denuncias contra el actual espónsor técnico verdiblanco. - @sheevaa22
Óscar MurilloÓscar Murillo 4 min lectura

Publicidades y logos que se despegan, 'chevrones' blancos que pasan a ser negros, escudos termosellados que se sueltan por las puntas... No se trata de un caso aislado, sino de cientos. Las denuncias en las redes sociales sobre la mala calidad de las camisetas del Real Betis pasaron de castaño oscuro cuando los propios jugadores de la cantera se han visto obligados a lucir prendas que no reúnen el estándar mínimo exigible a Hummel. El caso ha evolucionado desde un ramillete de anécdotas a una cuestión sobre la mesa de los dirigentes, ocupados y preocupados por encontrar una solución que, según algunas fuentes, podría pasar por romper el contrato con la firma danesa, que expira en 2027. No sería la primera vez, aunque los responsables de marketing y el consejo de administración confían en llegar a un acuerdo que evite esa medida tan drástica.

De un lado, son conscientes en La Palmera de que el entusiasmo del público con la firma creada en Alemania pero afincada desde hace décadas en Aarhus ha ido de más a menos desde que, en 2022, se hiciera oficial el final de la vinculación con Kappa, con un derecho de tanteo sobre la mejor oferta recibida en el Benito Villamarín, y el regreso del espónsor técnico que ya había vestido a los verdiblancos entre 1987 y 1990. Antes, cuando empezaron a aparecer los logos en el pecho de las casas, fueron Mont-halt y Meyba. Después, Joma, Frontrunner, Umbro, Kappa, Macron, Adidas y, de nuevo, los italianos, con los que el Real Betis cortó en 2009 para fabricar sus propios atuendos con una de sus subcontratas, pasando a mostrar las siglas 'RBB'. Igualmente, con los alemanes hubo una desvinculación al tercer año, en 2018, para que se iniciase la segunda etapa de los de Turín. Precedentes, por tanto, haylos.

La ventaja para la entidad con Hummel reside en la onerosa recuperación de la gestión de las tiendas físicas y el 'e-commerce', que otras empresas del sector suelen controlar. El primer paso, aseguran a ESTADIO Deportivo, ha sido dar órdenes al proveedor para que corrija los principales errores detectados por los aficionados, lo que se conseguiría, por ejemplo, aparcando el termosellado de los escudos para recuperar su versión bordada o fortaleciendo el vinilo de logos, publicidades y flechas de hombros y costados. El Real Betis desearía tener una garantía al respecto, asumiendo hasta la fecha los costes que suponen el cambio de prendas en los comercios y/o la devolución del dinero a los que presentaron el ticket de compra y no querían descambiar los productos por la desconfianza en que los nuevos fueran igualmente defectuosos con el uso y los lavados.

El segundo paso, que se debería activar antes de finales de este año, al parecer, pasaría por escuchar otras propuestas, aunque se desmiente un acuerdo o siquiera un entendimiento con Puma, que ya pujó en el reciente adiós de Kappa, o una tercera etapa de los transalpinos. Hay que hacer muchas cuentas para que el cambio convenga, más allá de la novedad o lo puramente estético. En cuanto al aspecto legal, afirman fuentes solventes que en Heliópolis se cubrieron bien las espaldas, dejando vías de escape tras la segunda temporada y con unos plazos marcados para, por ejemplo, evitar que los diseñadores de Hummel trabajen en vano. Los bocetos para el cuarto ejercicio con los daneses se presentarían próximamente para ser sometidos a debate. Pero, ahora, la reflexión va en otro sentido.