Mientras Pellegrini ha estado durante todo el día configurando su convocatoria para el estreno liguero ante el Villarreal a la espera de recibir por parte del club el listado de jugadores inscritos finalmente en LaLiga para esta primera jornada, en las oficinas béticas continúan con la 'Operación Salida' en los fogones.
Tras el traspaso de Raúl García de Haro a Osasuna, el próximo en salir podría ser Juanmi una vez que Al Riyadh ha vuelto a la carga para hacerse con los servicios del malagueño. Pero el de Coín, que no ha entrado en la lista para el choque en La Cerámica seguramente por este motivo, podría no ser el único.
El último fichaje llevado a cabo por Ramón Planes en el Real Betis, Sergi Altimira, tiene un claro objetivo, el de no quedarse algo huérfanos en la medular si se produce alguna salida más en esta parcela. Y es que el director deportivo verdiblanco es consciente de que será complicado retener a sus dos grandes líderes en el centro del campo: Willam Carvalho y Guido Rodríguez.
De hecho, según el diario francés L'Equipe, el Olympique de Lyon ya ha comenzado una ronda de conctactos con ambos. La prioridad del conjunto galo es hacerse con los servicios del jugador portugués, pero por si la operación con éste falla, está tocando también al argentino.
El propio técnico del combinado lionés, Laurent Blanc, hablaba así en rueda de prensa sobre qué refuerzo necesita ahora mismo en el mercado: “Por el momento no se ha hecho la prioridad de prioridades". Con esta breve frase dejó clara su molestia ayer viernes en la sala de prensa al no ver llegar a su ansiado número 6.
Pese a la reciente incorporación de Ainsley Maitland-Niles, el técnico galo quiere un jugador más corpulento y que trabaje en la recuperación. De hecho, este tema está evidenciando una vez más su mala relación con los dirigentes del club, quienes, según dicho medio, podrían estar pensando en destituirle si no tiene un buen comienzo en la Ligue 1.
El que más le gusta a Blanc es William Carvalho, que tiene contrato con el Betis hasta junio de 2026, pero su salario podría ser un obstáculo insalvable para las finanzas del OL, vigilado por la DNCG.
Mientras tanto, Guido sería la opción B, si bien el hecho de que todavía no haya renovado con el conjunto heliopolitano le podría convertir en la primera alternativa porque la operación podría cerrarse en torno a unos 10 millones de euros, algo que sí entraría dentro de los planes del club francés.