El nuevo 'trabajo' de Claudio Bravo, que le hace disfrutar "como un niño chico"

Ha emprendido una giro por todo Chile y visitará 16 capitales regionales, incluyendo la Isla de Pascua, para impartir clases de entrenamiento gratuitas a 4.000 pequeños aprendices de portero

El nuevo 'trabajo' de Claudio Bravo, que le hace disfrutar "como un niño chico"
La primera parada de su campus itinerante fue en Punta Arenas. - IG
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Las miradas fascinadas de un grupo de jóvenes se posan sobre Claudio Bravo, el que fuera portero de la Real Sociedad, el FC Barcelona y el Real Betis, 'El Capitán' de Chile, quien les reúne en el césped del campo de la Universidad de Santiago para formarles como nuevos guardametas. Con 41 años, el portero que salió del Colo Colo hacia Europa y allí obtuvo la confianza de Pep Guardiola, que lo dirigió en el Manchester City, no ha querido ningún homenaje con 'La Roja', con la que fue bicampeón de América en 2015 y 2016, ni ningún otro tipo de despedida, pese a que hace siete meses anunció su retirada del fútbol profesional. "No es que no quisiera, pero creo que hay prioridades, hay cosas más importantes a lo mejor que poder llenarse el ego y hacer un partido donde toda mi vida me ha tocado funcionar dentro un estadio", comenta el ahora devenido en maestro de porteros.

El de Viluco decidió unir voluntades con otras organizaciones para emprender una gira por todo su país e impartir clases de entrenamiento gratuitas para 4.000 jóvenes arqueros, a quienes legará sus experiencias. "Tuve esa brecha gigantesca de mirar siempre hacia arriba. Sin tener las condiciones mínimas para poder desarrollarme, me desarrollé", les cuenta en esta ocasión a los jóvenes en la Universidad Andrés Bello, de la capital chilena. Bravo, que visitará 16 capitales regionales, incluyendo la Isla de Pascua, comenzó su travesía hace una semana en Punta Arenas, la remota ciudad austral donde el Estrecho de Magallanes conecta los océanos Atlántico y Pacífico. "Ya tuvimos esa primera vivencia con 50 niños, los vimos cruzando en una barcaza para ver una actividad", narró a los 49 estudiantes de las carreras de entrenador deportivo, educación física y kinesiología que comparten experiencia con él.

El mundialista en Sudáfrica 2010 y Brasil 2014 es oriundo de una zona rural al sur de los márgenes de Santiago, donde volvió para vivir con su familia en los primeros meses del retiro, y expone su experiencia. "Yo no tuve esta cancha, ni ese arco, ni el apoyo de mucha gente alrededor, y lo conseguí. ¿Por qué? Porque tenía una buena cabeza y fui disciplinado", dice el ex guardameta, que debutó hace días como comentarista de la cadena de televisión ESPN en Chile. El que se despidiera como profesional dos meses después de salir del Betis, su último club, resalta ante los jóvenes aprendices que "hay muchos niños que nunca tienen la posibilidad de tener un deportista destacado o alguien a quien admiran" y que, por eso, "nace esta idea de poder tener esta cercanía" con ellos. "¡Claudio, Claudio!", gritaban unos veinte jóvenes que se agolparon detrás de uno de los cercados del campo. Dentro, otros le persiguieron pidiendo fotos y autógrafos.

En su opinión, en sólo dos horas de actividad "es muy difícil enseñarle a un niño a que ataje una pelota al ángulo, un penal", pero sí compartir "lo que significan disciplina, compromiso, sacrificio, carácter, entrega, no bajar los brazos" nunca. "Creo que es más bonito poder contribuir, llegar a lugares donde los niños no tienen la posibilidad ni siquiera de ir a un estadio o a ver un partido de nuestra selección", resume como propósito de este proyecto. Y, con el reto de llevar su legado futbolístico al último confín de Chile, cuenta el deseo de "poder ayudar" y "dejar algo en la vida", al tiempo que reconoce sentirse "recontra recompensado" al ver "las caritas de los niños en las actividades" propuestas. "Creo que es una instancia impagable, yo lo disfruto como un niño chico", concluye.

María José Rey / EFE