Fue, sin duda, uno de los culebrones del verano en el Real Betis. En cuanto acabó la pasada campaña, antes incluso de que se abriese el mercado, comenzó a sonar con fuerza en Argentina el posible regreso de Germán Pezzella a River Plate. Sin embargo, no fue hasta comienzos de agosto cuando su traspaso se acabó haciendo efectivo, después de que el conjunto bonaerense abonase el importe equivalente a su cláusula de rescisión (5 millones de euros). Pero hasta última hora, el central no tuvo claro si podría cumplir su deseo, que no era otro que volver al club en el que se formó.
Al contrario que en los casos de Ayoze o Guido Rodríguez, no salió por la puerta detrás, pues en todo momento fue respetuoso con la entidad de La Pamera. Lo que movió al campeón del mundo fue su deseo de volver a casa. A sus 33 años, y pese a ser una pieza importante para Pellegrini, entendió que era lo que necesitaba, desvelando ahora que los contactos con los 'Millonarios' venían de lejos.
"Fue movilizante todo el año porque yo arranqué los primeros 6 meses en el Betis y obviamente el interés de que vuelva me lo manifestaron hacía varios meses. Yo ya tenía en mi cabeza la idea y la sensación de querer estar acá. Necesitaba un tiempo de procesarlo junto a mi familia y realmente reconocer lo que estábamos sintiendo y un día dije: 'Quiero volver, necesito volver'. Y poco a poco se fue dando. Fue largo el proceso porque al final yo era parte de un club que siempre me trató espectacular y se merecen todo mi respeto", ha explicado el defensor en una entrevista con Infobae.
Con la campaña ya empezada en Argentina, la llegada de Marcelo Gallardo al banquillo del Monumental, en sustitución de Martín Demichelis, resultó determinante, pues en esos momentos su fichaje estaba roto. "En realidad cuando Marcelo asume el cargo, yo estaba prácticamente con las valijas hechas para volverme a España porque no se daba... Veníamos desde hace unos meses de charlas y no se daba porque mi club tenía unas condiciones que necesitaba que se cumplieran. En un momento, no digo que habíamos tirado la toalla, pero yo tenía un vuelo y en tres días iba a volver a España", confesó, asumiendo por entonces que volvería a vestir de verdiblanco en la 24/25.
"Dije: 'Será en otro momento'. Justo asume Marcelo y me llama. Me dijo que le gustaría contar conmigo y me preguntó cómo estaba mi situación. Yo le manifesté que mi voluntad era estar acá. En dos días se reactivó todo y no me subí al avión, todo obviamente acordado con el Betis, para que puedan terminar los papeles. La verdad que ya no me lo esperaba. Esto sí me estresó porque era muy movilizante sentimentalmente, para nuestra vida, para mi familia, para todos. Cuando no se da, te frustra y después estás esperando una llamada, una confirmación, es estresante. Pero al final, todo lo lindo cuesta", sentenció el ex bético, que ha regresado a la titularidad en los dos últimos encuentros tras una lesión que le ha tenido varias semanas alejado de los terrenos de juego.