Cordón atina donde Serra erró

La temprana explosión de Luiz Henrique, cuyo coste no superará los 12,6 millones de euros, contrasta con el estancamiento de Diego Lainez, por el que se pagaron 14 y que difícilmente permitirá recuperar la mitad

Óscar MurilloÓscar Murillo 5 min lectura

La mayor inversión de la 'era Cordón' llegó el pasado verano. En realidad, hasta entonces, el director general deportivo del Real Betis apenas había empleado 3,5 millones de euros en convencer a la Fiorentina de que liberara a Pezzella. El resto, antes y después, han sido operaciones a coste cero, pues el Brighton y el Barcelona se conformaron, respectivamente, con incluir variables según el rendimiento de Montoya o llevarse un porcentaje de una hipotética venta futura de Miranda, aunque la opción de compra por Willian José, convertida en obligación al cumplir las condiciones requeridas, se fue a los 10 kilos, entre traspaso, sueldos y otros conceptos. Pero ninguna gestión supera los 12,6 que puede alcanzar el fichaje de Luiz Henrique, puesto en duda por quienes no conocían al emergente extremo de Fluminense. Entre ocho y nueve fijos, más unos bonus no todos sencillos de ver la luz, pagarán los verdiblancos por el 85% de sus derechos. Hace unos meses, una barbaridad por un desconocido. Hoy, una 'ganga'.

La adaptación del brasileño a España no ha sido fácil. Llegó muy rodado y tuvo que frenar un poco durante la pretemporada para no romperse, por lo que le costó volver a arrancar. El parón por el Mundial y el ajuste de sus cargas parecen haber equilibrado todo, hasta el punto de que, vacaciones incluidas (renunció a las que le correspondían en julio), el '11' ha empezado como un tiro. Pese a no haber pasado ni 48 horas desde el fallecimiento de su padre, el de Petrópolis fue el mejor ante el Athletic en el regreso de LaLiga, donde sólo le faltó el gol, un éxito que consiguió, con exhibición incluida, frente al Rayo Vallecano. Para muchos, su mejor actuación hasta la fecha como verdiblanco, aunque Pellegrini, que presume de haberle dado muchos minutos pese a su gris rendimiento anterior, espera mucho más de él, pues sabe que dará grandes alegrías a la afición y al club.

Aunque Luiz Henrique, con una cláusula de 100 millones de euros, heredó el dorsal de Tello, llega para suplir a Diego Lainez, la gran apuesta fallida de la administración anterior, con Lorenzo Serra Ferrer al frente. El balear fue el último responsable de contrataciones exitosas y rentables como las de Emerson, Pau López, Canales o Lo Celso, aunque empleó 14 millones de euros en comprar el 75% del pase del mexicano a un América que, si bien se frota las manos con Guido Rodríguez (de quien conserva el 30%, aunque el Betis puede adquirir por 1,6 millones un 20% más), ha renunciado a aumentar las ganancias por el extremo, más allá de los posibles derechos de formación si es traspasado. Con contrato hasta 2025, el de Villahermosa vivió muchos altibajos en Heliópolis, donde no convenció a ningún técnico, aceptando el pasado verano una cesión al Sporting de Braga que incluye una opción de compra por siete kilos (la mitad de su precio original) que difícilmente llegará a buen puerto.

Por el contrario, el nombre de Luiz Henrique, otro zurdo que parte preferentemente desde la derecha, empieza a sonar en los despachos de directores deportivos de clubes de mucho prestigio. El Nápoles, según desvelaba el reputado periodista de Sky Sport Italia Gianluca di Marzio, no le pierde la pista, aunque ya empiezan a llegar ojeadores y emisarios de la Premier y otras Ligas de nivel. Incluso, algún intermediario de confianza ha confesado a los dirigentes heliopolitanos que, de no estar Ucrania en guerra con Rusia, podría conseguir perfectamente 40-50 millones por el brasileño, de un perfil que gusta sobremanera en Europa del Este. Sea como fuere, el Betis aboga por retener un poco más al atacante, pues es consciente de que su cotización subirá como la espuma si repite partidos como el de Vallecas. De momento, con su acoplamiento terminado, debe dar gloria al escudo de las trece barras. Ya habrá tiempo para otro salto, que ni se descarta ni se impedirá, ya que la suya fue una inversión con todo el sentido del mundo para recuperar ese rol de club vendedor que la pandemia destruyó.