Se le cierra una puerta, pero no se abre la del Betis

Guido Rodríguez y su esposa, Guadalupe Ramón, estuvieron hace unos días en Madrid, aunque nada que ver con la búsqueda de un hogar para los próximos meses. Recientemente, se publicó que el argentino tenía un acuerdo verbal para fichar por el Atlético a coste cero este verano, una realidad desmentida por su entorno en ESTADIO Deportivo. En realidad, la pareja, que añadirá un nuevo miembro a la familia en este 2024, aprovechó para hacer compras y turismo, con la coartada perfecta de la reserva en el restaurante del famoso chef Dabiz Muñoz. Porque, según todos los indicios, su futuro como colchonero pinta negro. Y es que los rojiblancos han preferido gastarse una millonada en uno de los pivotes más prometedores del panorama europeo, Arthur Vermeeren (18), que reclutar al campeón del mundo sin coste de traspaso. El belga, incluso, fue reservado y excluido del duelo copero del Royal Amberes ante el OHL para no correr riesgos.

Vermeeren aterrizará de manera inmediata en el Metropolitano a cambio de 22 millones de euros fijos y 3,5 en variables. Y se unirá a una nómina de seis mediocentros defensivos de los que sólo Axel Witsel y Koke Resurrección acaban contrato. Al capitán lo quieren renovar sí o sí, mientras que la continuidad del también 'diablo rojo', reconvertido a libre en una defensa de tres, no se descarta. Pablo Barrios, Rodrigo de Paul, Saúl Ñíguez y Marcos Llorente tienen vinculación en vigor hasta 2025 como poco, si bien es cierto que la versatilidad de varios de ellos propicia que el Cholo los use preferentemente de carrileros en los dos últimos casos. Sea como fuere, Guido se queda sin sitio en una de las vías más interesantes que se le presentaba a medio plazo, descartado también al parecer por parte de un FC Barcelona que buscará acomodo a Oriol Romeu, pero que apostará por otro '5' de mayor renombre.

Ocurre que las complicaciones atléticas y culés no suponen directamente una buena noticia para el Real Betis. Obviamente, mejor que el de Sáenz Peña se queda sin alternativas rimbombantes, aunque eso no quiere decir que vaya a aceptar la última propuesta recibida desde la planta noble del Benito Villamarín, que le equipararía con William Carvalho en el segundo escalón salarial del plantel, solamente por detrás de Nabil Fekir. De hecho, las sensaciones entre los dirigentes verdiblancos tras las conversaciones más recientes con los agentes del canterano de River Plate, la familia Sabbag, son negativas. Aunque insisten en que no tiene nada apalabrado ni mucho menos firmado, el caso es que no termina de convencerse a seguir con el escudo de las trece barras en el pecho, consciente de que la oportunidad de poder elegir libremente, negociando unilateralmente, a sus casi 30 años es pintiparada.