Luiz Henrique André Rosa da Silva llegó al Real Betis en el verano de 2022 como una jovencísima estrella en ciernes y con el descomunal enfado de la afición del Fluminense (incluso hubo manifestaciones contra su traspaso) como indicativo de que a La Palmera llegaba un futbolista diferencial. En sus primeros meses de verdiblanco las expectativas se empezaban a quedar cortas. Le faltaba gol, pero su electricidad y su desborde despertaban el interés de grandes equipos europeos, con su partidazo ante el FC Barcelona en las 'semis' de la Supercopa de España de enero de 2023 como punto álgido antes de desviarse a una línea de rendimiento muy irregular para ir desinflándose poco a poco mientras surgía el temor a una inhabilitación grave tras ser investigado en un caso de apuestas ilegales.
Con sólo 23 años, el de Petrópolis se animó a dar un paso que casi todos evitan: retrocedió, volviendo a Brasil apenas año y medio después de su salida, para tomar impulso: en el Botafogo ha resurgido 'un nuevo Luiz Henrique' que ha conseguido convertirse en internacional absoluto con la 'pentacampeona' del mundo, que ha recuperado su mejor nivel (11 goles y 5 asistencias en 51 partidos oficiales en sólo 9 meses) y que este sábado puede convertirse en campeón de la Copa Libertadores -equivalente a la Champions en América del Sur-. En el Betis, evidentemente, no le quitan ojo debido a que aún tienen importantes intereses económicos con él.
No en vano, desde la directiva heliopolitana han confirmado a este periódico que ya se han cumplido los objetivos para sumar dos de los cuatro millones de euros que había estipulado en concepto de variables en el contrato de su traspaso al Botafogo FR por 16 millones en el mercado invernal de enero de 2024. Es decir, ya han ingresado un total de 18 millones, tras jugar el 60 por ciento de los minutos en partido oficial (no cuentan bajas por lesión o sanción) y, además, en las oficinas del Benito Villamarín también dan por hecho que ingresarán en breve los otros dos kilos, cuando se complete el previsible traspaso al Olympique de Lyon. El conjunto brasileño y el francés comparten dueño, el magnate estadounidense John Textor, aunque la mala situación económica del 'OL' amenazaba según algunas informaciones ese movimiento que desde Heliópolis siguen dando por esperable.
Luiz Henrique está justificando con creces su condición de fichaje más caro de la historia de la Serie A brasileña, un torneo que acostumbra a vender caro pero que no suele pagar grandes traspasos. Con su clara mejoría de cara a gol, las asistencias y regates que ha dejado siempre desde su irrupción en la máxima categoría de su país con apenas 17 años, está resultando un futbolista diferencial tanto en el Campeonato Brasileño como en la Copa Libertadores, siendo uno de los principales artífices de que Botafogo opte a ganar ambos títulos. La lucha por el cetro continental se librará este próximo sábado en Buenos Aires (Argentina) ante sus compatriotas del Atlético Mineiro, en un duelo que se prevé muy tenso.
Titular indiscutible, segundo mejor goleador y quinto mejor asistente de su equipo, Luiz Henrique también es el jugador más desequilibrante de la liga de su país, con 76 regates exitosos. Una de sus actuaciones más destacadas fue en la goleada por 5-0 contra Peñarol de Montevideo uruguayo en las semifinales de la Copa Libertadores, en la que marcó un gol y asistió en otro, lo que le mereció ser elegido el mejor jugador del partido por la Conmebol. Todo ello le ha permitido hacerse con un sitio fijo en su selección, que le ha convocado en las tres últimas ventanas, jugando en los últimos seis partidos de la 'Canarinha' en eliminatorias mundialistas y aportando otras dos dianas y una asistencia.
La llegada a la selección compensó los esfuerzos que hizo en su infancia, cuando casi abandona el fútbol para dedicarse al judo debido a los viajes que tenía que hacer diariamente desde Petrópolis hasta el centro de entrenamiento del Fluminense, en las afueras de Río, algo que ha vuelto a recordar estos días. Luiz Henrique, admitido en los equipos infantiles del Fluminense a sus 11 años, debutó como profesional en 2020, a los 19 años. En el auge de su carrera en el Botafogo, el delantero no esconde su orgullo. "Un muchacho que sale del Valle del Caragola sin saber de nada y es hoy el jugador más caro de la historia (de Brasil)... Me llena de orgullo a mí y a mi familia. Me siento muy orgulloso porque pasamos muchas dificultades y sufrimos mucho antes de llegar aquí", afirma en declaraciones recogidas por la Agencia EFE.