Fernando Mateos3 min lecturaA punto de cerrar la llegada del brasileño Natan para reforzar el eje de la defensa, el Betis se centra ahora en la llegada de un delantero. Pero, mientras tanto, ha sumado un nuevo atacante para su filial. Después de que el pasado lunes hiciera oficial el fichaje de Destiny Ilahude, al abonar su cláusula de rescisión al Antequera, este miércoles se ha confirmado la contratación de Marciano Sanca, una vez resueltos en el día de ayer los últimos problemas surgidos en una larga negociación con la UD Almería.
Sin duda, se trata de una fuerte apuesta por parte del club verdiblanco, como demuestran las sucesivas ofertas lanzadas hasta satisfacer las pretensiones del conjunto indálico. Siempre se ha manejado como fórmula su cesión con opción de compra, pero el gran caballo de batalla ha estado en la cuantía de la misma.
Así, la primera propuesta verdiblanca ascendía a medio millón es de euros, pasando sucesivamente a 800.000, 1,2 kilos y, finalmente, 3 millones, el precio pactado para poder adquirir al ariete bisauguineano, si convence, el próximo verano. A priori, una cantidad respetable por un futbolista que a sus 20 años ya jugó ocho encuentros con el primer equipo de la UD Almería la pasada campaña, marchándose cedido en enero al Alcorcón, con el que disputó otros 11 encuentros en Segunda división.
Ahora, el ex del Leixoes portugués, donde se formó antes de recalar en el filial rojiblanco, aterriza en Heliópolis para reforzar al Betis Deportivo en Primera RFEF, si bien no se descarta que pueda entrar en la dinámica del primer equipo y ser utilizado por Pellegrini. De hecho, en el acuerdo alcanzando con su club se recogen varios pluses pensando en ese posible salto.
Si el africano disputa diez partidos en Primera división (más de 45 minutos en cada uno de ellos), el Betis deberá pagar 150.000 euros extra, la misma cantidad que si llega a 20, mientras que si la cifra asciende a 30, se desembolsarán otros 200.000, por lo que la cuantía total por su compra podría ascender a un máximo de 3,5 millones. Además, la UD Almería se reservaría el 10% del pase de cara a una futura venta.
En las últimas horas, el trato había peligrado al cambiar la entidad de La Palmera las condiciones pactadas inicialmente en lo referente al porcentaje a pagar de la ficha del futbolista. En un primer momento, el club heliopolitano aceptó hacerse cargo del 90%, luego pidió reducirlo, pero finalmente, tras el enfado de los dirigentes almerienses, se apunta que asumirá la totalidad de su salario.