Bellerín, más cerca de volver al Betis

Se marchó del Benito Villamarín entre lágrimas, recibiendo los abrazos de sus padres y de dos amigos, casi hermanos, que ha dejado en Heliópolis (Borja Iglesias y Aitor Ruibal). Su sinceridad, de hecho, fue un arma de doble filo, porque el Arsenal no aceptó de buen grado que diera por hecho su regreso al Real Betis a cambio de perdonar el año que le quedaba como 'gunner', apretándole para que aceptara un traspaso a la Serie A, donde Fiorentina, Inter de Milán, Roma y Juventus preguntaron por él. Finalmente, las exigencias de LaLiga con el tope salarial le cerraron las puertas del sitio donde, según su propia confesión, era feliz, pero apareció a última hora el Barcelona, su segunda casa. Como Héctor Bellerín no es tanto, siempre supo que no es santo de la devoción de Xavi, que había pedido a Foyth y que se conformaba con Meunier, una exigencia que ha repetido sin suerte en la actual ventana y piensa imponer el próximo semestre.

Por eso, cada vez que puede, el de Badalona vuelve a Sevilla no sólo para reencontrarse con gente a la que quiere, sino para perderse en sus calles, fundirse con su gente. Vino a la capital hispalense para cumplir el sueño de su padre y no se habría ido nunca. Luego, como es su obligación, ejerce como un gran profesional de azulgrana, incluso deslizando que renovaría encantado, aunque sabe de buena tinta que esta segunda etapa culé no pasará del año. De hecho, Canal Sur Radio especulaba este lunes con que se quedara en seis meses, ya que los técnicos verdiblancos barajarían un movimiento que ya se planteó en agosto, cuando el Nottingham Forest apretaba por Álex Moreno: Sabaly a pierna cambiada (como en un centenar de ocasiones con el Girondins y Senegal) con Miranda y Bellerín junto a Montoya y/o Aitor Ruibal en la derecha. No obstante, fuentes de toda solvencia casi descartan a ESTADIO Deportivo este giro, priorizando, de cerrarse la venta del ex rayista, el desembarco de un zurdo nato, salvo que resulte inviable por cuestiones económicas.

En cualquier caso, el retorno de Héctor está cada vez más cerca, casi con toda seguridad para la 23/24. Contractualmente hablando, todo está ya apalabrado, a falta sólo de ponerlo negro sobre blanco en un contrato por cuatro temporadas. El zaguero ya hizo un esfuerzo rebajando su caché para vestir de verdiblanco y volvió a hacerlo en la 22/23 para hacerlo de azulgrana. Ya demostrado por activa y por pasiva que no se mueve por dinero. Si no, aceptaría un cambio este mes a Roma o Milán, dos de las capitales de la moda (su otra gran pasión) en Europa, con un sueldo superior, incluso, al que percibía en Londres. Pero, a no ser que lo empujen, quiere terminar este ejercicio en la Ciudad Condal, donde ya avanzan por el que será su sustituto. En cualquier caso, Xavi prefiere a Araujo o Koundé escorados, teniendo ahí a Sergi Roberto igualmente, todos reubicados, al tiempo que busca un recambio natural.

Con el Villarreal cerrado en banda por Foyth y señalando su cláusula de rescisión (42 millones de euros, casi 56 en la última semana de cada ventana de transferencias) como única salida, el Barça ha abierto negociaciones con los asesores de Benjamin Pavard. El argentino gustaba a Xavi por su polivalencia (lateral, central y pivote), pero el francés saldría del Bayern por un precio más ajustado, ya que termina en 2024, y puede actuar indistintamente por fuera o en el eje de la defensa. Con los contactos en marcha y, sobre todo, con la pléyade de nombres que colapsa casi desde su llegada las redes sociales y los medios de comunicación catalanes, Bellerín sabe que su futuro no pasa por seguir en su tierra. Una señal del destino más que le acerca al Betis, el reencuentro más lógico y deseado por todas las partes en muchos años. Toca que se den las condiciones y, muy probablemente, esto no ocurrirá al cien por cien hasta el verano de 2023.