El trabajo de árbitro es uno nada sencillo. Muchas veces, los colegiados se tienen que topar ante los insultos y desprecios de las aficiones contrarias. No son los únicos. En algunas ocasiones, jugadores, entrenadores y miembros de los equipos suelen perder los nervios, y, por ese motivo, suelen dirigirse de forma vejatoria a los jueces encargados de impartir justicia. Alfonso Pérez Burrull, que ha pitado en más de 200 ocasiones a Real Madrid, Atlético y FC Barcelona, sabe bien lo que es ‘curtirse el cuero’ en los campos de la máxima categoría de nuestro fútbol, muy calientes en algunos casos.
Ahora, en Radio Marca, el que fuera colegiado ha revelado una anécdota en un encuentro del FC Barcelona que tuvo a Pep Guardiola como protagonista. En Marcador, el árbitro se sinceró y habló claro sobre el hoy técnico del Manchester City, uno de los más laureados de la historia de este deporte. "No tengo nada que ocultar, a mí me dijo Guardiola: 'tú te vas a enterar de lo que es el Barça'. Palabras textuales. Era un Oviedo - Barça y llevaba 4 o 5 partidos en Primera y el encuentro me estaba saliendo mal. De esos días que estás aterrizando en la Primera División y te coge mal".
Sobre ese encuentro, se mostró autocrítico y reconoció que su labor no fue la más acertada dentro del mismo. "Tuve un penalti y expulsión que expulsé a Couto, central del Barça, y pensó que iba a pitar penalti, por lo que cogió el balón con la mano y, como no había pitado, enseñé la segunda amarilla y expulsión. Dije: 'empezamos bien la tarde'".
"El equipo grande te empieza a meter mucha presión. Yo estaba pitando mal porque estaba nervioso porque te quieren sacar del partido. Rivaldo tiró un penalti, pegó en el poste y pité córner. Fíjate como andaba que no me había dado cuenta. Ahí le dije a Rivaldo: 'Yo esa la meto por las escuadra'", continuó.
"Entonces Guardiola, que estaba calentando, salió y, nada más pasar a mi lado, me dijo 'Tú te vas a enterar de lo que es el Barça'. No se me olvidará en la vida. Entonces pité dos faltas, dos amarillas y roja. Porque tu pensabas: 'No sé si lo estaré haciendo mal, pero lo que no me voy a dejar es avasallar. Y esa sensación, jugadores de equipos más pequeños, no te la producían nunca".