En una reciente entrevista concedida por Robert Lewandowski a Sport Bild, el futbolista polaco y estrella del FC Barcelona habló claro sobre muchas cosas, entre ellas una que habría podido cambiar el rumbo del FC Barcelona. Estando en el Borussia Dortmund, el Manchester United se interesó por él, Jürgen Klopp se interpuso para evitar que el futbolista se marchara al país inglés. A palabras del ahora futbolista culé, Klopp es como un "padre adoptivo" para él. Y de paternidad va la cosa, no sólo por lo que confesara Robert en una entrevista anterior para ESPN sobre Klopp, en la que aseguró lo siguiente: "Hablaba con él como si fuera mi padre. Desde que murió el mío, no había encontrado a nadie con quien hablar así". En la entrevista para Sport Bild ha confesado cual fue el peor momento de su vida.
Hay que remontarse al año 2016 y hacer un pequeño esfuerzo mental para devolvernos a los momentos previos a que se celebrara la Eurocopa de Francia. En aquel entonces Anna Lewandowska, esposa de Robert, estaba embarazada. Ambos estaban deseando ser padres y Anna decidió volar para visitar al futbolista polaco en una concentración con la selección. Su esposa sufrió un duro aborto y ambos quedaron desconsolados. "Tenía que centrarme en el fútbol, pero tenía un tema más importante en la cabeza todo el tiempo", relata Lewandowski. Además, tuvo que lidiar con la presión de unos aficionados que "no tenían ni idea" de lo que estaba pasando en la vida del futbolista y que "sólo esperaban que marcara un gol".
El futbolista pasó por ese duro revés de la vida sintiéndose en privado "desconsolado, decepcionado y triste", pero con la obligación de comportarse de forma profesional en el terreno de juego. Además, tuvo que lidiar con las críticas, puesto que no logró materializar ningún tanto en los partidos de la fase de grupo, aunque sí pudo marcar en cuartos de final ante Portugal. "Fue una situación difícil para nosotros como familia. Justo después jugamos la Eurocopa en Francia y llegamos a cuartos de final con Polonia… Por supuesto que no podía olvidar lo que no nos había pasado. Fue un gran reto para mí: cómo aprender a lidiar con situaciones privadas difíciles y seguir encontrando el interruptor en el campo para estar ahí como jugador", dice.
La buena noticia para ambos es que un año después nació Klara, en 2017. No obstante, el parto fue muy complicado: "Anna perdió mucha sangre", asegura Robert. "El médico dijo después que estuvo apunto de acabar mucho peor… Mientras ella luchaba, yo sostenía a Klara en los brazos y en aquel momento no me di cuenta de que el peligro era tan grande", rememora el atacante del FC Barcelona. La suerte volvió a sonreír y en el año 2020 la familia se amplió con el nacimiento de Laura.