En la final, sobresalieron los jugadores culés. Especialmente Raphinha, que fue nombrado mejor jugador del partido, y los canteranos Lamine Yamal y Marc Casadó. El primero volvió a hacer gala de su calidad y de su uno contra uno y en la definición emuló a Messi de nuevo, para la ilusión de los aficionados blaugranas. Por otro lado, el partido que hizo Marc Casadó merece una mención aparte. El jugador se ha hecho el duelo del pivote del Barça desde la llegada de Hansi Flick. Se ha convertido en el hombre de confianza del entrenador germano en el campo, y la imagen de ayer lo delató: cuando el Barcelona se quedó con uno menos en el partido, Hansi Flick llamó a Casadó para explicarle a él cómo debía recolocarse el equipo.
Al principio de temporada, a Casadó lo acompañó Marc Bernal, otra de las grandes joyas que tienen en Can Barça para el futuro. Bernal, de 17 años, estaba dejando buenísimas sensaciones en el equipo catalán, pero su carrera sufrió un frenazo en seco al romperse el ligamento cruzado. Hace poco reapareció en las redes sociales del club haciendo trabajo físico sobre el verde de la Ciutat Esportiva Joan Gamper de manera individual.
Aún así, hasta la temporada que viene el jugador no estará a disposición del entrenador. Según informa Sport, su proceso de recuperación va mejor de lo esperado, pero el club no quiere tomar riesgos y apurará al año de baja, al igual que Gavi. Al jugador se le pudo ver de nuevo en la celebración del título de Supercopa y su físico sorprendió. El futbolista bajó al césped junto a sus compañeros y ha asombrado la cantidad de masa muscular que ha ganado en el tren superior. En una imagen con su compañero Pau Cubarsí se puede apreciar el volumen de su bíceps, algo que no tenía cuando debutó. Lo mismo sucedió en otra fotografía que le tomaron junto a miembros del staff técnico del conjunto blaugrana. Es una estrategia que el Barça ya ha tomado con otros canteranos como Gavi o Ansu Fati e, incluso, con el propio Lamine Yamal.