El culebrón del Athletic Club con el Villarreal tras arrebatarle al joven Igor Oyono en el mercado invernal sigue destapando prácticas poco éticas en ambos casos. Si desde el Villarreal ya avisaban en los días posteriores a la firma de la promesa por los vascos, de que era un jugador "con contrato" y que iban a defenderlo hasta las últimas instancias, los amarillos han mantenido su palabra, y ahora, casi un mes después de que se confirmara el aterrizaje del extremo en Lezama, sigue sin poder competir con el club rojiblanco por culpa de su anterior propietario.
El Villarreal está haciendo todo lo que está en su mano para evitar que Oyono pueda disfrutar de lo que resta de temporada con su nueva casaca y por ahora se están negando a dar la baja federativa al que era su jugador. Gracias a que alegan al contrato antes mencionado, pueden seguir sin dar su brazo a torcer, pero los 'athleticzales' no están por la labor de permitirlo y ya han puesto el caso en manos de sus abogados y están en conversaciones con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para tratar de desbloquear la enquistada situación.
Los métodos del Athletic para incorporar al internacional español fueron legales, pero poco éticos, ya que se aprovecharon de su edad para negociar directamente con su padre, saltándose el paso de hablar con la entidad amarilla, algo que el presidente del submarino, Fernando Roig, ya dijo "eran formas que no iba a calificar" y aludió a un cambio de normativa que permitiera a los jugadores firmar contratos profesionales a los 14 años, algo que por ahora no está sobre la mesa.
Pese a que intentaron de todas las maneras posibles retener a Igor, finalmente salió del club al que llegó con 11 años y donde se formó, hasta llegar a vestir 'La Roja', pero el peso de ser la zona y lo inculcado que tiene el Athletic en su ADN pesó más. Sin embargo, los castellonenses amenazaron con dificultar sus primeros pasos en Vizcaya todo lo posible y por ahora lo están consiguiendo, dejando a la entidad presidida por Aitor Elizegi sin poder disfrutar de uno de los mejores proyectos del fútbol español en los últimos años, aunque tarde o temprano deberían llegar a un acuerdo, sobre todo para no ponerle piedras en su camino hacia la élite a un niño de tan solo 16 años.