Mikel Balenziaga, uno de los jugadores más queridos y respetados en el Athletic, ha decidido poner fin a su carrera como futbolista profesional a los 36 años. El lateral izquierdo de Zumarraga se retira después de 12 temporadas en el club rojiblanco y una última campaña en el Deportivo La Coruña, donde contribuyó de manera notoria al ascenso a Segunda División. En una reciente entrevista con 'La Opinión A Coruña', Balenziaga expresó su intención de dejar el fútbol profesional, rechazando la opción de continuar un año más en Riazor.
El Athletic no ha tardado en rendir homenaje a Balenziaga, destacando no solo sus impresionantes números con la camiseta rojiblanca, sino también su legado en el vestuario. El defensa guipuzcoano se retira con un total de 321 partidos con el club bilbaíno y dos títulos de Supercopa, logrados en 2015 y 2021. "Más allá de sus números en el Athletic, Balenziaga ha sido un jugador importantísimo en el vestuario y muy querido siempre por la afición rojiblanca", ha manifestado el club a través de sus redes sociales.
En su entrevista con 'La Opinión A Coruña', Balenziaga reflexionó sobre su decisión de retirarse, afirmando que era lo mejor para él después de una carrera que superó sus propias expectativas. "Es una decisión que está muy bien pensada y meditada. Creo que era lo mejor para mí. Ha sido el broche final para mi carrera, terminarla de la mejor manera con un ascenso. Vine con esa ilusión, solo tenía eso en la cabeza, y lo pudimos conseguir", declaró.
Balenziaga también hizo un balance positivo de su trayectoria, sintiéndose orgulloso de sus logros tanto en el Athletic como en el Deportivo. "Estoy muy orgulloso de todo lo que he podido hacer y de todas las personas que he conocido en el fútbol. También deportivamente he conseguido cosas de las que me enorgullezco", añadió.
La despedida de Balenziaga no es un ‘adiós’ al fútbol sino un ‘hasta pronto’. El ex lateral tiene la intención de seguir vinculado al deporte rey, pero desde una nueva perspectiva: la de entrenador. "Me gustaría terminar los cursos porque creo que es algo que me podría gustar. Me gustaría formarme y saber si realmente es lo que me apetece. En mi cabeza sí que creo que me va a gustar más ser entrenador que estar en unas oficinas como director deportivo u ojeador. A mí lo que me gusta es el césped y estar con compañeros. Creo que me voy a decantar más por esa vía, pero lo digo sin tener experiencia", explicó.