Los 90 clubes que participarán en la temporada 22/23 en los cinco grupos de la Segunda RFEF, mediante una votación telemática, han apostado por un reparto que recupera la estricta territorialidad de años anteriores, con la denominación de Tercera división. Y es que, si los andaluces se repartieron el curso en que se estrenaba la actual nomenclatura de las divisiones creadas por la RFEF, esta vez quedarán reunidos todos en el Grupo IV, durísimo al añadírsele también los representantes de la comunidad murciana, a priori menos accesibles que extremeños y canarios. Amén de suponer desplazamientos costosos y largos, a diferencia de los subvencionados al archipiélago.
De esta manera, los descendidos Sevilla Atlético y Betis Deportivo, así como el ascendido CD Utrera, medirán sus fuerzas con 15 oponentes vecinos y, en su gran mayoría, difíciles. Estarán el Antequera CF, el Atlético Mancha Real, el Atlético Sanluqueño, el Cádiz B, El Ejido 2012, el San Roque de Lepe, el Recreativo Granada, el Juventud Torremolinos, el Vélez, el Xerez Deportivo y el Recreativo de Huelva, más los vecinos Mar Menor, Cartagena B, UCAM Murcia y Yeclano. Presupuestos importantes e históricos como el Decano o los oriundos de El Palmar, que acompañaron a nervionenses y heliopolitanos en la pérdida de la categoría antes conocida como Segunda B.
Por cierto que el Betis Deportivo, a falta de confirmación, no será adiestrado por Alberto González, uno de los técnicos más deseados tras su salida del Linares, sino por Aitor Martínez, según adelanta 'Al Final de la Palmera'. El catalán, que ha dirigido con nota al juvenil de División de Honor, campeón de su grupo y semifinalista tanto de la Copa del Rey como de la Copa de Campeones, tutelará la promoción de varios de los chavales que ha tenido a sus órdenes en el tercer equipo verdiblanco, además de sentar las bases para un retorno a la elite de la segunda escuadra.