Entrevista ED

Miguel Calzado: "La obra maestra de la cantera es Fabián"

Miguel Calzado: "La obra maestra de la cantera es Fabián"
Miguel Calzado posa para ED en la ciudad deportiva del Betis. - C. Vizcaíno / A. Federero
Carlos VizcaínoCarlos Vizcaíno15 min lectura
Desde marzo, Miguel Calzado dirige los escalafones inferiores del Real Betis Balompié. El sevillano repasa en esta entrevista a ESTADIO la actualidad de la cantera verdiblanca.

- Se cumplen seis meses desde su nombramiento, ¿le ha dado tiempo para realizar todo lo que tenía en mente?
- Siempre quedan cosas por hacer porque el fútbol evoluciona. Se han cambiado cosas, pero también se harán el año que viene.

- El cargo de director de cantera en el Betis es casi tan 'caliente' como el banquillo del primer equipo...
- Sí, es una pena porque es un cargo para medio plazo. Es cortoplacista, no da tiempo, y llegar de abajo a arriba no es flor de un día. El crecimiento del Betis ha llegado cuando ha habido estabilidad, es un león dormido y en el momento que despierte, cuidado. Pero hay que tener estabilidad y más en el ámbito de cantera.

- Es difícil vender paciencia, ¿no?
- Es difícil, pero el primer equipo es el motor del club y los resultados deben ser más inmediatos. Hay que llegar a lo máximo posible en todos los ámbitos, aunque hay que darle prioridad a las cosas porque no da tiempo a todo.

- ¿Le hace recelar que sus antecesores no hayan durado tanto tiempo en el cargo?
- Nunca he tenido miedo y no me agarro a ninguna silla. Hay que tomar decisiones en beneficio del Betis, y creyendo que es lo mejor. Ojalá pueda llevarme aquí toda la vida, es mi casa, pero si tengo que salir el año que viene, salgo.

- Usted ha pasado por las canteras del Sevilla, Málaga y, ahora, la del Betis. ¿Cómo han evolucionado estos años?
- Los clubes se están dando cuenta de que las canteras son apuestas seguras y de futuro: sacan futbolistas, equilibran presupuestos, minimizan costes... y un ejemplo es lo que ha pasado con João Félix en el Benfica, donde un chico de la casa ha dejado 126 millones de euros. A raíz de ahí, promovido por las ligas y las federaciones, los clubes apuestan por sus canteras, y eso ha evolucionado muchísimo.

- ¿Cuáles son las principales modificaciones realizadas y cuáles restan por ejecutar todavía?
- La razón de existir de una cantera debe ser el futbolista. Llegan uno, dos o tres al primer equipo, cosas concretas, pero la finalidad es el futbolista, y en base a eso se estructura la cantera. Pero esto se ha vuelto tan competitivo que cualquier detalle marca la diferencia, como por ejemplo tener kilos de más. En base a eso creamos un área de fútbol y metodología aplicada; un área de rendimiento, para minimizar escalones; un área de captación, que pone los cimientos de la cantera, pero es un proceso continuo, donde hay que verlo y donde hay una selección interna; educación integral, donde el tutor es el Betis, desde charlas de podología a ‘bullying’ para crear un futbolista marca Betis, un futbolista total; el programa 'sentido de pertenencia', donde se les dan cosas para que sientan los colores: tour, sentimiento, orgullo, responsabilidad y reto, como decirle que hay gente en paro que es feliz cuando gana su Betis; e I+D+I, no se puede estar de espaldas a ello.

- ¿Hay 'big data' en la cantera?
- Es un tema complicado. Son importantes los datos, porque la información es poder y así hay menos riesgos de equivocación, pero en cantera no hay tantos datos, no hay vida y obra del futbolista. El 'big data' es bueno para filtrar, pero en cantera impera el ojo clínico, que es lo que tiene la última palabra.

- Al igual que en el primer equipo, en cantera también se pasó a una era post-Serra, prescindiendo de su mano derecha, Pep Alomar. ¿No abandonó demasiado la cantera el balear, más centrado en el primer equipo?
- No lo considero abandono. Sí faltaban cosas por hacer, pero era cuestión de prioridades. Para un director deportivo, abarcar la cantera es complicado porque manda el primer equipo y así no se puede estar pendiente de un cadete. Tengo la suerte de ser cabeza visible, pero tengo un equipo de trabajo espectacular. Hace poco pude decirle a nuestros técnicos que ellos eran el equipo más importante de la cantera.

- La apuesta del club por la cantera es clara. ¿Qué le piden Haro y Catalán?
- Quieren que se haga una apuesta fuerte, con una presencia cada vez mayor en el primer equipo. Porque Messi, por ejemplo, era más barato en cadete que ahora. El Betis apuesta de verdad por la cantera, porque la primera plantilla no es larga y eso es una apuesta por la cantera. Y también está la nueva ciudad deportiva, lo que demuestra que son hechos, no palabras.

- En eso que habla, Rubi tendrá mucho peso, ¿no?
- El mejor entrenador de cantera es el del primer equipo, porque es quien tiene la ultima palabra y, además, se juega su prestigio.

- Formación o resultados, la eterna dicotomía de cantera. ¿Cuál es su opinión?
- Ambas, porque dentro de la formación están los resultados, es un proceso más. Hay que crear futbolistas con gen ganador, pero no porque lo importante en la cantera sea ganar, sino por la cualidad de tener ese gen. He coincidido con algunos de nuestros jugadores en partidos de pádel y parece que se juegan la vida. No debe ser un fin, pero competir es una etapa más.

- En esa apuesta por la cantera, el perfil de Rubi, que tan bien trabajó la del Espanyol, se habrá ponderado, ¿no?
- No entré en la decisión del entrenador del primer equipo. Y viéndolo desde fuera, es un técnico al que le gusta la cantera y así me lo ha transmitido; entrena con jugadores de la cantera y va a ver al filial. Y la relación es fluida, con él y con su cuerpo técnico.

- No es un canterano cien por cien, pero pasó por el filial. ¿Qué le parecen los pitos que se llevó Kaptoum el día del Getafe?
- Me duele. Su paso por la cantera fue efímero, pero pitar a un futbolista del Betis... Estoy de acuerdo en que se pueda mostrar el descontento por algo, pero son personas. Se debe apoyar al que se ponga la camiseta del Betis. Hay que tener paciencia, pero con cualquier futbolista. No se cambia nada por pitar.

- Háblenos de una de sus apuestas: Manel Ruano.
- Fue un proceso de selección con el área de metodología y con el de recursos humanos del club. Creamos un perfil que queríamos, una mezcla ideal entre competitividad y formación. Salió Manel como pudo salir otro. Manel es exigente, metódico, avanzado, abierto de mente y que quiere crecimiento de equipo e individual. Ontiveros, Fornals o En-Nesyri han pasado por sus manos.

- ¿Está satisfecho con la planificación del Betis Deportivo?, ¿no parece haber quedado cojo el lateral derecho?
- Estoy satisfecho. El equipo es joven y con varios sub 23... Nos puede seguir faltando experiencia, pero no puedo tapar el sitio a Robert o a Raúl. En Los Barrios o en Jerez de la Frontera, que son sitios complicados, el equipo dio muestras de seriedad. Pero un filial tiene condicionantes. Y en cuanto al lateral derecho, Trápaga debe estar ya en dos o tres semanas. Podríamos haber firmado a uno, pero Iván Navarro lo está haciendo bien, aunque la planificación siempre es algo mejorable.

- ¿No subir a Segunda división B este año marcaría las líneas de actuación para los siguientes?
- No. Lo importante es el futbolista, así que no subir no marca la línea de actuación. Aunque uno siempre quiere subir por naturaleza.

- El sitio del Betis Deportivo no debería ser la Tercera división, ¿verdad?
- Por entidad, debe estar más arriba, aunque se ha demostrado que es mentira que en Tercera no salgan futbolistas: Junior, Ceballos, Francis... no pasaron por Segunda B.

- Otra de sus apuestas, Raúl García, está dando sus frutos. Hay intención de mejorarle el contrato, ¿verdad?
- Yo aprendí en Málaga que con el jugador hay que tener una relación de confianza: si ves que el futbolista te va dando, hay que ser justo, porque merece un premio, y lo bueno es que el club vaya al futbolista. Eso crea un clima de confianza y es el caso de Raúl y de muchos. Raúl no es aún Carvalho, de lo contrario lanzaríamos un mensaje contradictorio, y no se puede anunciar renovaciones todos los días. Se renovaron a Rodri y Robert el año pasado, siguiendo esa misma línea. Con Raúl, que firmó tres años, tenemos la misma intención.

- Siguiendo con los nombres propios, Robert es otra de las apuestas del club. ¿Fue difícil retenerle para volver a jugar en Tercera división?
- Robert no quería irse, por lo que para nada fue difícil retenerle.

- ¿Qué se encuentra cuando acude al mercado?, ¿es respetado el Betis?
- El Betis es respetado, como club e institución, y eso no cae en saco roto. Me encuentro desde un benjamín con representante, lo que no veo ni mal ni bien, es lo que hay. Al futbolista hay que seducirlo, atraerlo... pero sin creerse el ombligo del mundo. El Villarreal también tiene ciudad deportiva, y el Atleti o el Granada, y hay que competir con esas cosas. Tu competencia no es el Nervión, sino clubes con las mismas posibilidades que tú. El Betis es un todo y se puede vender estadio, ciudad, afición... Atraen muchas cosas, pero puede pasar que gusten otras. Hay padres que prefieren el pueblo a la ciudad, y eso no se maneja.

- Como ocurre en la elite, en cantera hay que actualizarse, ¿no?
- Hay que buscar oportunidades de mercado. Hemos aumentado la red de captación y tenemos presencia en Cádiz, Córdoba, Huelva, Almería, Málaga, Murcia Granada, Jaén... Personas que están allí, también en Extremadura, Castilla-La Mancha, Valencia, Cataluña o Madrid. Entonces, puede crearse el debate: "Ya los de aquí no cuentan". Sí, los de aquí sí, los buenos sí, pero hay que ampliar el radio de acción. Joaquín, Juanito, Junior, Francis o Loren no son de Sevilla. Y en los extranjeros, dependen del perfil: nosotros no vemos ligas profesionales, pero sí sub 17 o cosas de nuestro ámbito.

- ¿Qué debe tener un canterano bético para sentirse usted realizado con su trabajo? Hablamos de valores...
- En una reunión que tuvimos con los técnicos recientemente, dijimos que la obra maestra de la cantera del Betis es Fabián. Ha estado en todas las categorías del club y ahora está en lo más alto. Es un futbolista top, con valores de humildad, trabajo, sacrificio, superación, sentimiento bético y se ha ido por la puerta grande. Lo ha hecho todo. Fabián marca muchas condiciones para que sea ese espejo en la cantera.

- ¿Y quién puede ser la próxima obra de arte?
- Ahora mismo no sabría decir, es muy complicado.

- ¿Qué le parece el fenómeno Ansu Fati?
- Yo lo viví en el Sevilla. ¿El nivel de ahora es el de Ansu Fati? Hay que verlo, es pronto, pero es muy bueno.

- Por último, ¿qué perspectivas se abren con la nueva ciudad deportiva?
- Es un megaproyecto. La idea es que para la siguiente temporada (20/21) ya estemos allí. Va a ser algo gradual y habrá un tiempo para acabarlo. No sé con cuántos campos contaremos, pero va a ser algo gradual; no se va a eternizar.