Las finales se deciden por detalles, suelen decir los profesionales. Y el
Antequera-Utrera de mañana lo es. Tras el 1-0 de la ida, el cuadro utrerano confía en hacer valer la renta para acceder a la segunda ronda y, para ello, cualquier detalle suma.
Al respecto, el
Utrera prepara con mimo su cita en
El Maulí. El campo del
Antequera se presenta como una de las principales bazas de los malagueños. El cuadro dirigido por
José Jesús Aybar Bejarano suma más de quince meses sin conocer la derrota en su feudo. La última data del 18 de febrero de 2018, cuando cayó por la mínima (0-1) frente al
Linares Deportivo. Esta temporada está invicto, un feudo de grandes dimensiones y de césped natural, una superficie ‘desconocida’ para un
Utrera que se desenvuelve en césped artificial en el
San Juan Bosco y en la mayoría de los campos de la
Tercera sevillana, salvo el
Guadalquivir de
Coria o el del
Betis Deportivo en la
Ciudad Deportiva Luis del Sol.
Para ello, para una mejor preparación de cara al duelo de mañana en
El Maulí, el
Utrera completará esta semana tres sesiones en la
Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios. La plantilla utrerana trabajó el pasado miércoles, ayer jueves y lo hará hoy en los campos de entrenamiento del
Sevilla, concretamente en el 4, adaptándose a las dimensiones y a un terreno de juego similar a
El Maulí.Tras el 1-0 de la ida, cualquier empate le vale a un
Utrera que sueña con estar en el bombo para la segunda ronda.