Sven Ulreich, en su tercera temporada con el Bayern de Munich, por fin ha salido de la larga sombra que proyectaba Manuel Neuer. Tuvo que lesionarse el mítico cancerbero germano en septiembre para que el otrora portero titular del Stuttgart pueda demostrar su nivel.
El balance con Ulreich bajo los palos no es malo para los bávaros. De 33 encuentros que ha disputado el guardameta en la 2017/18, los primero pupilos de Carlo Ancelotti y luego de Jupp Henckyes
solo han perdido tres (
Borussia M'gladbach y
RB Leipzing en Bundesliga fuera,
Paris Saint Germain en el Parque de los Príncipes en Champions League). Por tanto, el cancerbero no conoce la derrota esta temporada en el Allianz Arena.
Otro dato que le avala bajo los palos son los goles encajados.
De 29 partidos que ha jugado como titular en esta campaña, solo ha encajado quince tantos. Con estos guarismos, se sitúa a la altura de los grandes porteros del continentes, como su compatriota Ter Stegen en el Barcelona.
Precisamente,
su rendimiento en el Bayern le puede abrir las puertas de la selección alemana de cara al Mundial de Rusia, acompañando así a Ter Stegen. Así lo ha reconocido el seleccionador Joachim Löw, que ha señalado que "está en nuestro radar para la Copa del Mundo. Es muy bueno en los mano a mano. En el Bayern ha aprendido a sacar el balón desde atrás". En esta terna de porteros, todavía queda por despejar la incógnita de Manuel Neuer, que sigue lesionado, aunque todo apunta a que llegará tiempo para defender la Copa del Mundo conseguida por su país en Brasil en 2014.
Neuer y Ullreich comparten una gran relación de amistad, como así reconoce el ahora titular del Bayern de Munich en cada entrevista que concede. Todo esto ha sido fruto de las temporadas que han compartido en el conjunto bávaro y de la sana competencia que han mantenido.
El guardameta germano, que se tendrá que enfrentar con la calidad de
Muriel y con el olfato de
Ben Yedder el martes a las 20:45 en el Sánchez-Pizjuán, tiene un talento innato y no ha tocado techo aún. En esta temporada ha sido decisivo para mantener la portería a cero y ha mejorado notablemente en sacar el balón jugado, algo que encaja en el actual estilo germano.