El
Real Betis ha sido conservador en las últimas ventanas desde el aterrizaje de
Antonio Cordón en su dirección general deportiva, que coincidió, desgraciadamente, con una época obligada de 'vacas flacas' por las secuelas económicas derivadas de la
crisis sanitaria provocada por el coronavirus Sars-COV-2. En lo que a las altas se refiere, diez operaciones y nueve a coste cero, exceptuando sólo la compra de
Pezzella a la
Fiorentina por unos
3,5 millones de euros, aunque por
Montoya habrá que pagar una cantidad pequeña al
Brighton, que aceptó liberarlo a cambio de unos bonus por objetivos, al tiempo que la opción de compra por
Willian José se ha convertido ya en obligación, por lo que habrá que empezar a desembolsar el próximo verano los
8,5 millones de euros acordados con la Real.
Con varias promociones desde el filial, el afianzamiento de uno de los cedidos que volvía (Edgar, a punto de renovar) y varias ampliaciones de contrato, no se ha podido llegar a las expectativas de caja previas a la pandemia, si bien se ingresarán
10 kilos (8+2) por Sanabria, traspasado al Torino hace algo más de un año, y se recibieron
3,8 (más algún bonus por los títulos del
Sporting CP) por
Feddal, uno por Ismael, los esperados
32 que debía abonar el
Tottenham por Lo Celso y hasta 14 del Barcelona por Emerson. Mirándolo bien, para los tiempos que corren, no está nada mal, si bien desde la planta noble del Benito Villamarín esperan que el final de la sexta ola acabe ya con la paralización del fútbol mundial y se regrese a los números anteriores en lo que a
abonados y ticketing se refiere.
De todas maneras, la contención seguirá siendo una de las máximas en los próximos mercados, por lo que
Cordón ha cerrado la contratación a coste cero del mediocentro del Cádiz Álex Fernández y aún pelea por la del central de la Lazio
Luiz Felipe. Igualmente, se peina Europa (sobre todo) en busca de
centrales, pivotes, extremos y delanteros para afrontar una campaña 2022/2023 seguramente con tres competiciones de nuevo (como poco) y mayor exigencia si cabe. En este contexto encaja el seguimiento que desvela el portal 'Footmercato' al desconocido
Ahmed Touba. A punto de cumplir
24 años, este
internacional argelino de 1,90 y triple pasaporte (de orígenes magrebíes, nació en Francia y tiene familia belga) entrará dentro de apenas cinco meses en su última campaña de contrato con el modesto
RKC Waalwijk neerlandés, que espera recaudar algo por un defensor que 'pescó' en 2020 del Brujas.
Zurdo y con buenos números (una asistencia en 18 partidos este curso, 4 goles y tres pases decisivos en sus casi 100 como profesional), Touba habría cortado su posible venta en enero a
AEK de Atenas o Fortuna Düsseldorf, que le querían, si bien la citada fuente deja entrever un pacto para salir en la próxima ventana, con
Olympique de Lyon, Betis, Watford, Bournemouth o Feyenoord monitorizándole. Tasado en un millón de euros por la página especializada 'Transfermarkt', el coste de la operación sería accesible, aunque resta saber si los informes sobre el 'zorro del desierto' son lo suficientemente prometedores para hacer ese esfuerzo, por pequeño que sea.