Nunca se sabe durante una
ventana de transferencias, cuando todos (agentes, clubes, jugadores) se transforman para interpretar el papel que más les
conviene. Los primeros te hacen ver que los segundos, que juegan al despiste y descartan hasta lo que está encaminado para que no se rompa, andan vivamente
interesados en sus terceros, que callan, aunque muchas veces la cosa no pasa de un simple ofrecimiento, si bien la supuesta
competencia anima a otros a pujar por el futbolista en cuestión. Por eso, no se crean demasiado lo que pasa en
enero y agosto.
Los periodistas deportivos intentan desgranar los verdaderos
hilos de los que tirar, casi nunca con la connivencia de directores deportivos o entrenadores, lo que dificulta las primicias. Y luego está el devenir habitual de los acontecimientos, más
surrealista a veces de lo que el público cree, con operaciones atadas que se rompen por una comisión, la aparición a última hora de una oferta superior o el fastidio de la
venta o cesión que iba a reportar los fondos para acometer la que les interesa.
Sokratis Papastathopoulos (32) es el
central que, según todos los indicios, quiere el Betis para aportar contundencia a su zaga en este mercado invernal. Aunque desde Heliópolis lo tilden de una
propuesta que está sobre la mesa, pero no encaminada ni prioritaria, cada vez son más los especialistas que hablan de conversaciones
avanzadas para su contratación, avalada (y seguramente
condicionada, que hoy en día los amigos descuelgan el teléfono rápido para convencer a quien piensan que te puede ayudar) por su ex compañero en el Dortmund Marc
Bartra. Desde
Gianluca di Marzio, que lo destapó la semana pasada en Sky Sports Italia a su colega
Nicolò Schira, que precisa que firmaría hasta el 30 de junio de
2023 (cuando ya tendría 35 tacos).
Según ha podido confirmar ESTADIO, las gestiones llevan tiempo en marcha y van por buen camino, porque el defensor griego está
convencido de vestir de verdiblanco, repartiendo su alto caché (superior a los
cinco millones de euros netos por temporada) en un contrato de mayor duración para congeniar con las posibilidades económicas del Betis. Así las cosas, sus otros postores,
Fenerbahçe y Genoa, empiezan a mirar hacia otros destinos para encontrar central (los italianos apuntan al camerunés del R.B. Salzburgo Jérôme
Onguéné). El Arsenal tampoco será un impedimento. Sokratis termina contrato en seis meses y, con tal de ahorrarse su
ficha, lo dejarían marchar a coste cero, acaso incluyendo solamente pluses por rendimiento a futuro, como el
Brighton con
Montoya. Ahí,
Cordón sabe manejarse a la perfección.
Queda lo más difícil: hacerle sitio en el Heliópolis, donde las
25 fichas profesionales (como las del filial) están ocupadas. Deben salir para dejarle hueco y que
LaLiga no ponga problemas con el tope salarial, excedido ya en 15-18 millones de euros. Los verdiblancos cuentan con la venta (o cesión con opción/obligación de compra) de
William Carvalho al Benfica, la salida de uno de los tres
delanteros y, a lo mejor, con otros ajustes reseñables (
Sidnei, Juanmi...) que propicien el encaje del zaguero heleno, primera opción ahora mismo. El hecho de que se concreten detalles y no haya marcha atrás ni parones en la operación indica que las otras también marchan a buen ritmo.