Este fin de semana, el penúltimo del mes de julio, tendrá tiempo estable, con cielos despejados y temperaturas cálidas. Así lo dice la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Esto no será así en el cantábrico, el único lugar donde habrá cielos nubosos con bancos de niebla y lluvias débiles.
Aunque las temperaturas bajarán algo este sábado y domingo con respecto al viernes y el jueves, los termómetros seguirán marcando números bastante altos, sobre todo en la mitad sur y el nordeste peninsular, así como en las islas canarias y baleares y el área del mediterráneo.
"La situación más adversa estará en el este peninsular. Localmente, podría llegarse a 44 °C", afirma la AEMET para este sábado. Por contra, las mínimas seguirán estando por encima de los 25 grados en el área mediterránea y Guadalquivir.
La próxima semana se espera una situación muy parecida a la de esta, con gran estabilidad y temperaturas elevadas, algo muy propicio de esta época del año, con "predominio de cielos poco nubosos". Sí que podrá haber nubes en el extremo norte de la Península, donde además podrán caer precipitaciones débiles y dispersas.
Las temperaturas subirán por encima de los 36 grados en el interior de la mitad sur de la Península, así como diversos puntos del Ebro y el Duero En la mitad sur se podrán superar los 40 grados en sus ríos. Por otro lado, las mínimas estarán por encima de los 20 grados.
AEMET avisa que las siguientes dos semanas serán "más cálidas de lo normal en la mayor parte del país", salvándose el extremo norte peninsular. "Nos encontramos en plena canícula, período habitualmente considerado el más cálido del año. Por lo tanto, que las temperaturas estén por encima de lo habitual implica que el calor será, probablemente, intenso", advierte el órgano público.
María José Rallo, presidenta de la AEMET, admitió en una entrevista reciente con El Español que "los fenómenos meteorológicos son cada vez más extremos, más frecuentes y cada vez más extensos. Eso es un efecto del cambio climático. No lo digo yo, porque obviamente no tengo ese conocimiento, pero lo dice toda la comunidad científica"."Es cierto que en los últimos diez años las olas de calor han aumentado tres días en cada 10 años. Pero espero que con las medidas de mitigación del cambio climático llegaremos a una asíntota y los 40 °C no serán la situación normal del verano", añade.