Luisma Sánchez3 min lecturaSevilla volvió a ser el epicentro de su pasión en una celebración más que especial con el II Congreso de Hermandades y Piedad Popular de este 2024. Una fecha destacada en el día de la Inmaculada Concepción del ya pasado 8 de diciembre, que pudo albergar a las imágenes con más devoción de toda la provincia sevillana. Un acontecimiento único, con horas y horas de procesión y una cobertura especial que dejó una galería increíble de fotografías para el recuerdo de todos.
Juntar al Señor del Gran Poder, el Cachorro, la Esperanza de Triana y la Esperanza Macarena en una misma procesión junto a la Virgen de los Reyes, nadie lo podría imaginar. A pesar de que el día estuvo marcado por el frío existente como signo de entrada en este mes de diciembre, la sevillanía se echó a la calle para ser también protagonista de este evento.
Una Magna que comenzaba a medianoche en este pasado domingo con la salida de la Macarena hacia la Catedral. Como bien recogen las imágenes, el encuentro con la Esperanza de Triana fue un momento único y casi irrepetible, por lo menos en los años venideros. Las calles de Sevilla se llenaban de cierto bullicio de la gente, que no querían perderse este acontecimiento e incluso hacían horas de esperar para no perderse la recogida de algunos monumentos.
La Macarena, fue la última en entrar a la Catedral, antes lo hizo la Esperanza de Triana, acompañada de muchísimas personas. Esta última, dejó un momento para el recuerdo con su entrada en la calle Pureza al ritmo de 'Al cielo la Reina de Triana'. Momentos antes, el Santísimo Cristo de la Expiración entraba en su Basílica, despidiendose hasta Semana Santa. La Virgen de Valme de Dos Hermanas, la Virgen de Setefilla y la Virgen de Consolidación lo hicieron también poco más tarde de cumplirse la medianoche.
El Gran Poder fue el primero en abandonar el recorrido de la Magna, llegando a su basílica a las nueve y media de la noche. Lo cierto es que hubo pocos retrasos a pesar de que se esperaba un difícil control de la ciudad debido a la gran afluencia de gente que se encontraban por todas las calles de Sevilla. Una multitud que fue también protagonista de todo lo que ocurría a su alrededor, cantando y venerando a sus imágenes en todo momento. Sin duda un momento histórico y que la capital de Andalucía tardará en repetir con total seguridad.
